jueves, 22 de noviembre de 2007

Victoria de la ciencia y de la ética

Valoraciones muy positivas del reciente experimento vertidas en ABC digital

DOS equipos de investigadores -uno en Japón y otro en Estados Unidos- han hecho públicos los resultados de una nueva técnica experimental que puede invertir los términos actuales del debate político, ético y científico sobre la medicina regenerativa. El avance ha sido calificado como histórico porque permite retrotraer células adultas a su estado embrionario, de manera que actúan con la potencia regenerativa propia de esta fase del ser humano. Las conclusiones de ambos equipos científicos abren un campo de experimentación nuevo para una materia sometida a fuertes e inconclusos debates de carácter ético. Ahora bien, este avance científico en la manipulación genética de células adultas no debe alentar expectativas más allá de lo que realmente se ha conseguido, pues sería precipitado afirmar que ya es posible aplicar clínicamente la nueva técnica a concretas patologías y enfermos.
Sin embargo, el valor de este nuevo hito de la ciencia médica es determinante para cambiar ciertos planteamientos que estaban asentados sobre las limitaciones de la propia técnica investigadora, por un lado, y, por otro, sobre los condicionamientos de una especie de progresismo científico que descartaba cualquier límite ético a la utilización de embriones para la obtención de células madre. Es evidente que ese debate ético ha sido útil y ha dado sus frutos, porque si no hubieran existido gobiernos y científicos opuestos a financiar investigaciones que implican la destrucción de embriones, es probable que no se hubieran planteado las experimentaciones que ahora permiten potenciar la capacidad regenerativa de las células adultas. Queda, por tanto, desmentida la incompatibilidad entre la afirmación de límites éticos a la actividad científica y el avance de las técnicas investigadoras por cauces moralmente inocuos. La promesa de curaciones masivas de enfermedades cada vez más generalizadas y penosas -como el alzheimer- allanó el camino a los defensores de la investigación con embriones y redujo a la marginación a quienes oponían legítimamente, y con todas las bases científicas posibles a su favor, que el embrión es humano y no un amasijo celular sin valor digno de apreciación política o jurídica.
El giro radical que implican estos estudios, junto a las investigaciones y los ensayos clínicos ya en marcha con células madre adultas, confirma lo que muchos científicos ya habían advertido acerca de la eficacia de estas células frente a las embrionarias -en la medida en que aquellas presentan menos riesgo de desarrollos tumorales en los pacientes- y en la conveniencia de financiar las propuestas de investigación que ahora se han demostrado exitosas. Por eso, los científicos japones y estadounidenses han aportado mucho más que un avance técnico en la biomedicina. Han cambiado las condiciones de un debate ético y político distintivo de las últimas décadas, lo que deberá tener sus consecuencias directas tanto en futuros cambios de la normativa reguladora de la investigación con embriones y de la clonación terapéutica, como en la política de subvenciones, que ha beneficiado no sólo a científicos de calidad sino también a oportunistas sin prestigio, que, a falta de méritos propios, se hacían pasar por víctimas de la intransigencia moralista y religiosa. No se trata, en definitiva, de un debate religioso, aunque nada ilegítimo -todo lo contrario- habría en defender también el valor trascendente del ser humano en su fase embrionaria, como un elemento, fundamental para muchos, del planteamiento ético que debe estar presente en la biomedicina. Precisamente, si se ha producido este avance, que ahora es celebrado unánimemente, es porque ha habido científicos que buscaron alternativas a unas técnicas muy costosas éticamente y dudosamente eficaces para alcanzar los objetivos propuestas. Ahora empieza la responsabilidad de los políticos y de las opiniones públicas para extraer las consecuencias oportunas sobre un debate hasta ahora mal enfocado.

Quedan muchas incógnitas sobre nueva técnica de células

Reproducimos aquí el artículo publicado en Univisión. ¿A qué obedecen estas cautelas?

NUEVA YORK (AP) - A pesar de tanta euforia, quedan muchas dudas acerca de cómo transformar el descubrimiento de esta semana sobre las células troncales en nuevos tratamientos para los enfermos. Y no está claro cuándo se podrá disiparlas.
Los científicos deben aprender más acerca de la nueva clase de célula producida por la investigación. Deben encontrar una nueva manera de producirla para evitar el riesgo de cáncer. Y queda un largo camino por recorrer para colocar este avance en el laboratorio al servicio de la terapia.
De modo que si uno pregunta cuándo llegarán los nuevos tratamientos a médicos y pacientes, los científicos vacilan.
"No puedo dar fechas", dice James Thomson, de la Universidad de Wisconsin-Madison, uno de los científicos en Estados Unidos y Japón que anunciaron el descubrimiento el martes.
"En resumen: tomará años", dijo el doctor John Gearhart, especialista en células troncales de la facultad de medicina de Johns Hopkins, que está al tanto del descubrimiento.

Semejante demora no es inusual. Suele pasar mucho tiempo para que un descubrimiento en ciencia básica se traduzca en un avance de la medicina.
Por ejemplo, un grupo de drogas para la fibrosis quística que se están ensayando actualmente en personas y animales derivan de un descubrimiento genético realizado hace 18 años. Y la terapia genética _el concepto de reparar o reemplazar los genes defectuosos_ está en estudio desde hace 15 años sin mucho éxito.
En todo caso, no habrá escasez de fondos federales para investigar el nuevo tipo de célula, dijo Story Landis, titular de la comisión sobre células troncales de los Institutos Nacionales de Salud. El organismo invitará a los científicos a solicitar subsidios para la investigación, añadió.
El descubrimiento de esta semana aparentemente ha resuelto uno de los problemas del estudio de las células embrionarias. El valor de éstas reside en su capacidad de transformarse en cualquier tipo de célula del organismo. Desde hace mucho tiempo los científicos buscaban la manera de producir células embrionarias que transportaran los genes de un individuo.
Esas células podrían utilizarse con al menos tres fines. El más publicitado es el de crear tejidos para transplantes. A menor plazo, podrían usarse para crear "enfermedades en probeta", colonias de células con genes facilitadores de enfermedades para echar luz sobre los factores que vuelven a un individuo vulnerable a determinados males. Por último, servirían para ensayar rápidamente los medicamentos en potencia en el laboratorio.
Hasta la semana pasada, los científicos que querían fabricar esas células debían aplicar un proceso de clonación que incluía la destrucción de embriones: caro, dificultoso, cuestionable desde el punto de vista ético. Y aún no había funcionado con embriones humanos.
La nueva técnica es mucho más sencilla. Hace que células de la piel humana se comporten como células troncales embrionarias sin usar embriones.
¿Problema resuelto? Sólo si estas células alteradas de la piel realmente pueden reemplazar a las embrionarias, lo cual no está demostrado, dice un científico destacado.
Paul Berg, un premio Nobel de la Universidad de Stanford que ayudó a elaborar las normas federales para la investigación de células genéticamente manipuladas, dijo que los festejos por el descubrimiento son prematuros.
"Me extraña que los éticos" digan que está resuelto el problema de la necesidad de embriones, dijo Berg. "Este es apenas el primer paso".

miércoles, 21 de noviembre de 2007

¿De qué células madre se trata?

Hoy es noticia la aplicación de una nueva terapia en aplicación de células madre a un paciente asturiano, en Oviedo, en un caso de pseudoartrosis congénita de la tibia. Me queda la duda, no aclarada por ninguo de los medios consultados, si se trata de células madre adultas o embrionarias. Y nace la sospecha de que: si se tratara de células embrionarias todos los periódicos lo cantarían en todos los idiomas, pero tratándose de células adultas, se silencia la naturaleza y origen de las mismas.
¿Son juicios temerarios los míos?

Bush complacido por la creación de células madre sin el uso de embriones

(Fue noticia ayer en los periódicos y hoy llegan ecos a todos los medios) Terra, 21.XI.'07

El presidente de EE.UU., George W. Bush, está complacido ante el anuncio de que un equipo internacional de científicos ha reprogramado células de la piel para que tengan propiedades de células madre sin el uso de embriones.

'El presidente Bush está muy complacido', dijo la portavoz de la Casa Blanca Dana Perino en un comunicado.

En una decisión aplaudida por los sectores más conservadores del país Bush se ha opuesto a que se entreguen fondos federales para la investigación de células madre embrionarias por considerar que la vida de una persona comienza con el embrión.

Perino agregó que el presidente Bush 'alienta el avance científico dentro de límites éticos' que eviten técnicas que destruyen la vida y apoya los enfoques alternativos.

Los investigadores, cuyo estudio aparece publicado en la revista 'Science', señalaron que aunque las nuevas células resuelven algunos de los problemas que tiene el uso de células madre embrionarias en aplicaciones terapéuticas, como el rechazo en los casos de trasplante, otras dificultades siguen siendo las mismas.

El equipo, dirigido por la investigadora china Junying Yu y el científico estadounidense James Thomson, consiguió alterar las células fibroblasto, que componen el tejido conectivo del cuerpo, al introducir cuatro genes: OCT4, NANOG, SOX2 y LIN28.

Después, las células fueron reprogramadas a un estado pluripotente, lo que significa que tienen el potencial de desarrollarse en cualquier tipo de célula del cuerpo humano.

'El presidente cree que los problemas médicos se pueden resolver sin comprometer los altos objetivos de la ciencia o el carácter sagrado de la vida humana', dijo Perino.

Añadió que el Gobierno del presidente Bush continuará alentando a los científicos para que 'extiendan las fronteras de la investigación en células madre y se continúe avanzando en la comprensión de la biología humana de una forma ética y responsable'.

Poco antes, el cardenal Justin Rigali, presidente del Comité Actividades Pro Vida de la Conferencia Episcopal Católica se había declarado igualmente complacido por los resultados de la investigación.

'Agradezco a los científicos que asumieron el desafío de encontrar formas moralmente aceptables de realizar la investigación de células madre', manifestó Rigali en una declaración.

Agregó que 'este avance nos recuerda una vez más que el progreso médico y el respeto por la vida humana no están en conflicto. Pueden y deben apoyarse mutuamente y enriquecer por el bien de todos', señaló.

lunes, 19 de noviembre de 2007

El creador de "Dolly" rectifica


El creador de ‘Dolly’ dice que clonación y células embrionarias “no son eficientes ni rentables”
Ian Wilmut rechaza ahora la transferencia nuclear y anuncia que sus estudios se centrarán en las células madre adultas
Ian Wilmut, el que fuera punta de lanza en la defensa de la clonación y la investigación con células madre embrionarias, creador de la oveja ‘Dolly’, renuncia a continuar con ese tipo de investigaciones y reconoce que “no son eficientes ni rentables”. Wilmut anuncia que sus estudios se centrarán ahora en la obtención de células madre adultas.

El popular científico escocés del Instituto Roslin, en Edimburgo, se dio a conocer hace diez años cuando consiguió el nacimiento de una oveja a partir de una técnica de clonación embrionaria. La oveja ‘Dolly’ resultó ser un fracaso, al morir prematuramente envejecida y sufriendo, por infección pulmonar, a los seis años de edad.

Wilmut aseguró que abandona definitivamente los estudios con embriones y que seguirá trabajando con células madre para buscar nuevas terapias médicas, pero sus investigaciones se dirigirán a las células procedentes de tejidos adultos.

“Hace unas semanas decidí dejar de emplear la técnica de la transferencia nuclear (como también se conoce la clonación)”, confesó Wilmut al diario Daily Telegraph el pasado sábado, 17 de noviembre.

El experto clonador afirma que, a pesar de dar algunos resultados, la técnica no es eficiente y desperdicia mucho material genético, por lo que “no resulta rentable”. “Dada la escasa eficiencia uno termina preguntándose durante cuánto tiempo la transferencia nuclear será considerada un método útil”, señaló.

Y ahora, ¿qué?

Las declaraciones y la decisión de Ian Wilmut, dando un giro de 180º a sus tesis clonadoras y de manipulación de embriones, dejan en el aire otra pregunta que demanda respuestas por parte de muchos investigadores, industrias biotecnológicas, medios de comunicación y las propias administraciones: Y a partir de ahora, ¿qué?

Con su renuncia, el creador de ‘Dolly’, cuestiona el empecinamiento del resto de partidarios de la clonación, que no han dudado en presentar como grandes avances en los medios, e incluso en revistas científicas de prestigio, lo que no pasaba de intentos frustrados para obtener éxitos terapéuticos.

En el caso de España, además, el radical cambio del científico escocés no deja en muy buen lugar las políticas del Ejecutivo de Zapatero, que ha apostado decididamente por la clonación terapéutica y por la manipulación de embriones humanos, destinando una gran cantidad de dinero a esas líneas de investigación.

Ante la evidencia de las declaraciones de Wilmut, cabe añadir que todos los centros financiados por el Gobierno deberían replantearse sus actuales investigaciones con material embrionario.

¿Por qué seguir con ellos?

¿Qué sentido tiene ahora continuar apoyando legislativa y económicamente unas investigaciones condenadas al fracaso? El giro en las tesis investigadoras del que fuera icono de la clonación es la respuesta.

Con su decisión, el investigador escocés constata la inutilidad de seguir manipulando embriones, sobre todo si se tiene en cuenta las células madre adultas son las únicas que han obtenido resultados terapéuticos positivos?

De hecho, Wilmut se refirió también a los hallazgos del doctor Mitalipov, publicados en la revista NATURE, que ha conseguido clonar embriones de primate. Se usaron en esa investigación 304 óvulos para obtener dos líneas de células embrionarias, y una de ellas cromosómicamente anormal.

“Es un bonito éxito, pero un poco limitado”, comentó Wilmut sobre el estudio, que necesitó hasta 15.000 óvulos para desarrollar el protocolo en su fase previa.

Además, según Wilmut, no está claro por qué ha tenido éxito el equipo del doctor Mitalipov, lo cual dificulta mejorar sus métodos. Por eso, asegura que la vía del profesor Yamanaka es “cien veces más interesante”.

“Estimulante y asombroso”

Con ese comentario se refería Wilmut al método que el japonés Shinya Yamanaka investiga en la Universidad de Tokio, que revierte –alterando cuatro genes- el desarrollo de células adultas extraídas de la piel para convertirlas de nuevo en células madre.

Esta técnica se conoce como ‘desdiferenciación’ y las células reprogramadas se llaman células estaminales de pluripotencia inducida, que hacen el tipo de actividad que uno ve en las embrionarias. Para Wilmut supone el futuro de la investigación celular y opina que el resultado obtenido es “extremadamente estimulante y asombroso”.

“Parece que para cuando la transferencia nuclear funcione con humanos, la reprogramación directa ya estará funcionando. Creo que antes de que pase mucho tiempo podremos usar el enfoque de Yamanaka para conseguir lo mismo sin hacer embriones humanos. No dudo que a la larga la reprogramación directa será más productiva, aunque no podemos saber exactamente cuando, si el año que viene o dentro de cinco años”, concluyó.

Wilmut no es el único que ve con buenos ojos las investigaciones de Yamanaka; son varios los especialistas que coinciden con él y que han señalado que el sistema de clonación no es eficiente.

Robin Lovell-Badge, del National Institute of Medical Research del Reino Unido, dijo a la prensa inglesa que el porcentaje de éxito del equipo de Oregón, del doctor Mitalipov, al ser del 0,7% “es aún demasiado bajo para usarse en estudios humanos, especialmente dada la dificultad de obtener óvulos para investigar”.

“Pienso que la desdiferenciación es muy probablemente el futuro, una vez se demuestre que funcione en humanos y que funcione bien con una fuente de células fiables, es decir, que no tenga demasiadas mutaciones”, dijo Lovell-Badge.

También el premio Nobel y pionero en células madre Sir Martín Eavns, de la Escuela de Biociencias de Cardiff, al comentar el trabajo del equipo japonés declaró: “esta será la solución a largo plazo”.

En 5 años, generalizados

Por otra parte, el catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia, José Manuel García Verdugo, considera que en cinco años los tratamientos con células madres adultas en los hospitales se generalizarán para un amplio espectro de pacientes en las intervenciones quirúrgicas que precisen de una cicatrización rápida y en el campo de la cirugía general.

García Verdugo hizo estas declaraciones en el marco de las jornadas sobre Realidades de la Aplicación Clínica en la Reparación de Tejidos Mediante la Utilización de Células Madre, celebradas el 15 y 16 de noviembre en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia.

Sin embargo, precisó que para que estas terapias sean una realidad “no solamente hace falta el clínico que haga la intervención, sino una infraestructura de laboratorio en el hospital que todavía no está creada”.

El campo que más ha avanzado en cuanto a la aplicación de las terapias con células madres es, según el catedrático, el de la cirugía, mediante el uso de las células madre de la médula ósea que tienen “mucha capacidad para cicatrizar”, apuntó.

El experto destacó los éxitos que se pueden obtener en aplicaciones como heridas que afecten al tubo digestivo o al sistema respiratorio; en el campo de la cardiología, donde ya se obtienen resultados positivos; en la regeneración de la piel; o en el sistema nervioso.

lunes, 5 de noviembre de 2007

¿Son verdaderas estas noticias del ministro de Sanidad?

Soria lleva a Congreso Mundial estudio sobre terapia celular en la diabetes
El ministro español de Sanidad, Bernat Soria, regresó hoy de forma puntual a sus antiguas labores científicas, al presentar en el Congreso Mundial de Medicina Regenerativa una ponencia del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa sobre terapia celular en la diabetes.Soria desarrolló ante los congresistas, reunidos en Leipzig (este de Alemania) hasta mañana, el estudio elaborado en sus tiempos como director del Centro Andaluz de Biología Molecular y Medicina Regenerativa (Cabimer) y considerado un trabajo pionero para el tratamiento con células madre embrionarias de la diabetes Mellitus.El actual titular de Sanidad dirigió ese centro, con sede en Sevilla, desde 2005 hasta hace unos meses, puesto que, tras su nombramiento como miembro del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, pasó a ocupar un cargo de dirección 'honorífica'. 'Mi trabajo como ministro me impide la dirección efectiva, pero el Cabimer sigue adelante, con sus investigadores de primera línea y su trabajos pioneros en investigaciones celulares', indicó Soria a Efe, en un aparte del Congreso ante medios españoles.El estudio presentado en Leipzig, donde acudió en su doble calidad de ministro de un país de la UE e investigador, expone la situación de esa enfermedad, una de las más extendidas en las sociedades industrializadas de los cinco continentes.Junto a un repaso de los estudios con células madre, embrionarias o adultas, y de los tratamientos más tradicionales con insulina, Soria disertó sobre las consecuencias de esa enfermedad, de la que se conocen terapias más o menos exitosas, pero no una curación real. El ministro y científico rehuyó hacer pronósticos temporales acerca de las expectativas de éxitos concretos en los tratamientos con células embrionarias, pero destacó que, a diferencia de los que se realizan con células madre adultas, éstas ofrecen perspectivas de curación real. 'No se trata de dejar de lado las investigaciones con células adultas para centrarse sólo en las embrionarias. Ambas corrientes de investigación son válidas y necesarias', indicó.Sin embargo, advirtió de que la terapias con las células adultas sólo pueden ofrecer 'márgenes cortos' de curación, mientras que las que se realicen con las embrionarias sí llegarán a curar la enfermedad. Soria se refirió a otras posibilidades ya experimentadas, como el uso de insulinas porcinas, pero recordó el alto grado de rechazo con que respondía el sistema inmunológico. El estudio presentado incide, asimismo, en los procesos de regeneración pancreática, fundamento y objetivo para esas terapias celulares.Soria llegó a Leipzig procedente de Estocolmo, donde visitó el Instituto Karolinska, prestigiosa institución que otorga el Premio Nobel de Medicina. En la capital escandinava abordó con sus colegas suecos el convenio que permitirá la formación de científicos españoles en el centro, explicó, como parte del concepto trasnacional.Asimismo, trasladó a sus interlocutores, tanto en Suecia como en Alemania, el Plan de Terapias Avanzadas para Medicina Regenerativa recientemente aprobado por el Gobierno español.Dicho plan se propone impulsar la aplicación de terapias, aún en fase de ensayo clínico, para patologías donde la esperanza de vida del paciente es muy baja y aquellas en las que no hay tratamiento.Entre éstas se incluyen la terapia celular para complicaciones en la diabetes, trasplantes de islotes pancreáticos, pie diabético y terapia celular de la esclerosis múltiple.

Campañas a favor de las células madre embrionarias

Es evidente que los medios de comunicación intentan lanzar la idea de que las células madre embrionarias son la panacea, cuando es sabido que no es así. Esta entrada y la que sigue son un botón de muestra.

Experto alerta posibilidad se creen 'paraísos investigación' de células madre
El presidente de la Sociedad Española de Biotecnología, José Luis García, ha alertado hoy en Bilbao de la posibilidad de que se creen 'paraísos de investigación' sobre células madre embrionarias en determinados países que no tengan regulado este tipo de investigaciones.El especialista ha sido uno de los participantes en las jornadas que celebra el Colegio de Médicos de Vizcaya desde el jueves y hasta mañana para analizar los límites de la profesión médica, según han informado fuentes de la organización.En su intervención, García ha puesto de manifiesto que la potencialidad de la medicina regenerativa basada en células embrionarias es 'muy alta' y 'atrae intereses de todo tipo', por lo que cabe la posibilidad de que países sin regulación en este ámbito acaben convirtiéndose en 'paraísos de investigación'.Según ha evidenciado, en algunos países no se invierte dinero estatal para estos fines, pero se permite que las empresas privadas desarrollen investigación en la materia.El presidente de la Sociedad Española de Biotecnología también se ha referido a la modificación genética de seres humanos -eugenesia-, que, según ha afirmado, es 'técnicamente factible', pero 'se contempla como algo ilícito'.Ha puntualizado, sin embargo, que está admitida la selección de embriones para su implantación en determinados supuestos, aunque ha considerado que esta práctica constituye 'una cierta forma de dirigir la evolución y, por tanto, habría que plantearse dónde se ponen los límites a esta selección'.El especialista también se ha hecho eco de la 'inquietud' que causa en muchos sectores 'la posibilidad de crear órganos humanizados en animales para uso en trasplantes' por razones que 'no siempre tienen que ver con la ética, sino más bien con las creencias'.A su juicio, aunque esta posibilidad todavía está 'lejos' de ser una realidad, 'habría que ir meditando al respecto'.

EL PAÍS se confunde: mezcla células madre adultas y embrionarias

Dice que las embrionarias consiguen crear músculo cardiaco, cuando sólo las adultas tienen éxitos terapéuticos en corazones infartados; no aclara que el desarrollo de tumores lo provocan las embrionarias
No es la primera vez que el diario EL PAÍS tergiversa una información sobre temas de vida y bioética. A primeros de septiembre, una ginecóloga les acusaba de manipular la información respecto al aborto. Ahora, EL PAÍS se confunde y confunde a sus lectores al mezclar las ventajas o inconvenientes de las células madre adultas y embrionarias.

En una información publicada el pasado jueves, 1 de noviembre, el periódico aseguraba que las embrionarias han logrado crear células de músculo cardiaco, sin especificar, de ser cierto, qué estudio y en qué publicación de prestigio se hacen eco de ese logro.

Hasta ahora, sólo la utilización de células madre adultas ha conseguido éxitos terapéuticos en ese campo, habiendo regenerado ya bastantes corazones infartados. La Clínica Universitaria de Navarra, pionera en ese tipo de intervenciones, puede dar fe de esos éxitos.

EL PAÍS también informa en ese artículo sobre el peligro de trabajar con células madre para regenerar tejidos u órganos, ya que “existe el peligro de que el paciente desarrolle un tumor”, pero se le ‘olvida’ decir que esa es una peculiaridad de las células madre embrionarias y no de las adultas, que no han provocado ese efecto secundario en los pacientes intervenidos hasta ahora.

La información de EL PAÍS se refiere al debate El futuro del recambio de órganos, organizado por el Aula EL PAÍS y la Dirección de Promoción de la Cultura Científica del Instituto de Cultura de Barcelona y que se celebró el pasado 30 de octubre.

En ese debate se habló de las posibilidades que ofrece la investigación con células madre en la ingeniería de tejidos y otras posibilidades de terapias. A las preguntas que se plantearon ofrecieron su respuesta Ana Veiga, directora del Banco de Líneas Celulares del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB) y Blanca Miranda, directora de la Transplant Services Foundation del Hospital Clínico de Barcelona.

Lo que se oculta

“Para Ana Veiga, que forma parte del equipo que lidera Juan Carlos Izpisúa en el CMRB y que ha logrado crear células de músculo cardiaco a partir de células madre embrionarias, ‘es importante no crear falsas expectativas’. El camino es largo”, dice EL PAÍS en su información.

Sin embargo, aún suponiendo que esa información fuera cierta, no ofrece ningún dato que indique en qué estudio o publicación científica basa su afirmación de que el CMRB ha creado células de músculo cardiaco a partir de células embrionarias.

Cabe recordar que el mismo Izpisúa admitía hace un par de años el fracaso de las células embrionarias: “implantar ese tipo de células en un enfermo le puede provocar cáncer” porque “no sabemos como actúan una vez introducidas en el cuerpo humano [...] pueden proliferar de forma descontrolada y provocar tumores”.

Desde entonces, los estudios con células madre adultas han evolucionado positivamente y han obtenido algunos resultados terapéuticos esperanzadores, pero nada se sabe sobre la posibilidad de que las embrionarias hayan salvado los dos grandes problemas a los que se enfrentan: la posibilidad de acabar convirtiéndose en un tumor y el rechazo inmunológico que pueden provocar.

“Hay que averiguar ‘cómo se dividen, cómo se transforman en un determinado tipo de célula y cómo se organizan para crear un órgano o tejido’. Y superar algunos problemas, porque las células madre tienen características comunes con las células cancerígenas y, por lo tanto, existe el peligro de que el paciente desarrolle un tumor”, reconoce también en su información EL PAÍS.

¿Para qué la clonación terapéutica?

En otro apartado de su información, el diario se refiere a la intervención de Blanca Miranda, quien “destacó que las células madre de cordón umbilical de terceros ya son la fuente principal para los trasplantes de médula ósea”.

A pesar de ello, “durante el debate, Veiga apuntó otra línea de investigación que abre nuevas posibilidades terapéuticas, la clonación por transferencia nuclear de células de la misma persona”, dice el diario, que se refiere a la llamada clonación terapéutica.

“Estas técnicas permitirán obtener células compatibles para un paciente y que no causen rechazo inmunológico”, aseguró en el debate la experta del CMRB, según EL PAÍS. Cuando se logre, continúa el diario, “ya no tendrá ningún sentido guardar el cordón umbilical propio”, concluyó Veiga.

Ante este planteamiento, cabe preguntarse qué necesidad hay de insistir en la clonación terapéutica, que sigue generando problemas éticos, cuando las células de cordón umbilical ya dan respuesta a las necesidades planteadas.