HELSINKI (Reuters) - Un grupo de científicos finlandés anunció que ha logrado reemplazar el maxilar superior de una paciente de 65 años, con un transplante de hueso cultivado a partir células madre que fueron aisladas de su propio tejido graso y se desarrollaron en el abdomen de la paciente.
Los investigadores indicaron que este avance abre las puertas a nuevos tratamientos para lesiones en tejidos, y avanza hacia la posibilidad de una futura construcción de "repuestos" del cuerpo humano.
"Se han realizado un par de intervenciones similares antes, pero no utilizaban las propias células del paciente incubadas y desarrolladas en un laboratorio, diferenciándose para formar tejido óseo", afirmó Riita Suuronnen, investigadora del Instituto de Medicina Regenerativa Regea, que forma parte de la Universidad de Tampere. Suuronnen indicó en una conferencia que la paciente se estaba recuperando más rápido que si hubiese recibido un injerto de su pierna. "Desde fuera, nadie podría darse cuenta de que ha sido sometida a esta intervención", afirmó.
Además, la científica aclaró que el equipo no había utilizado materiales procedentes de animales, lo que previene la transmisión de virus que se encuentran escondidos en el material genético, y habían seguido las directivas de la Unión Europea.
Utilizar células del propio paciente permite disponer de un transplante hecho a medida, que el cuerpo no rechaza. Suuronnen y sus colaboradores aislaron células madre provenientes de la grasa de la paciente y las cultivaron durante dos semanas en un laboratorio.
Los investigadores identificaron las células, que en un estadio primitivo de su desarrollo son capaces de generar tejidos óseos, musculares y vasculares. Cuando tuvieron suficientes células con las que trabajar las pusieron en una plataforma de material biológico de calcio y fosfato y las introdujeron en el abdomen de la paciente durante nueve meses para que crecieran. Las células formaron una serie de tejidos y llegaron incluso a producir sangre.
Este bloque de tejido fue transplantado después dentro de la cabeza de la mujer para conectarlo con el cráneo mediante tornillos, utilizando microcirugías para conectar las arterias y venas con las del cuello.
La paciente había sufrido la extirpación de su mandíbula superior debido a un tumor benigno y era incapaz de hablar o de comer sin la ayuda de una prótesis extraíble. Suuronnen declaró que su equipo ha enviado un informe sobre el procedimiento a una revista médica para que sea revisado.
Por Sami Torma, swssinfo.ch