lunes, 19 de noviembre de 2007

El creador de "Dolly" rectifica


El creador de ‘Dolly’ dice que clonación y células embrionarias “no son eficientes ni rentables”
Ian Wilmut rechaza ahora la transferencia nuclear y anuncia que sus estudios se centrarán en las células madre adultas
Ian Wilmut, el que fuera punta de lanza en la defensa de la clonación y la investigación con células madre embrionarias, creador de la oveja ‘Dolly’, renuncia a continuar con ese tipo de investigaciones y reconoce que “no son eficientes ni rentables”. Wilmut anuncia que sus estudios se centrarán ahora en la obtención de células madre adultas.

El popular científico escocés del Instituto Roslin, en Edimburgo, se dio a conocer hace diez años cuando consiguió el nacimiento de una oveja a partir de una técnica de clonación embrionaria. La oveja ‘Dolly’ resultó ser un fracaso, al morir prematuramente envejecida y sufriendo, por infección pulmonar, a los seis años de edad.

Wilmut aseguró que abandona definitivamente los estudios con embriones y que seguirá trabajando con células madre para buscar nuevas terapias médicas, pero sus investigaciones se dirigirán a las células procedentes de tejidos adultos.

“Hace unas semanas decidí dejar de emplear la técnica de la transferencia nuclear (como también se conoce la clonación)”, confesó Wilmut al diario Daily Telegraph el pasado sábado, 17 de noviembre.

El experto clonador afirma que, a pesar de dar algunos resultados, la técnica no es eficiente y desperdicia mucho material genético, por lo que “no resulta rentable”. “Dada la escasa eficiencia uno termina preguntándose durante cuánto tiempo la transferencia nuclear será considerada un método útil”, señaló.

Y ahora, ¿qué?

Las declaraciones y la decisión de Ian Wilmut, dando un giro de 180º a sus tesis clonadoras y de manipulación de embriones, dejan en el aire otra pregunta que demanda respuestas por parte de muchos investigadores, industrias biotecnológicas, medios de comunicación y las propias administraciones: Y a partir de ahora, ¿qué?

Con su renuncia, el creador de ‘Dolly’, cuestiona el empecinamiento del resto de partidarios de la clonación, que no han dudado en presentar como grandes avances en los medios, e incluso en revistas científicas de prestigio, lo que no pasaba de intentos frustrados para obtener éxitos terapéuticos.

En el caso de España, además, el radical cambio del científico escocés no deja en muy buen lugar las políticas del Ejecutivo de Zapatero, que ha apostado decididamente por la clonación terapéutica y por la manipulación de embriones humanos, destinando una gran cantidad de dinero a esas líneas de investigación.

Ante la evidencia de las declaraciones de Wilmut, cabe añadir que todos los centros financiados por el Gobierno deberían replantearse sus actuales investigaciones con material embrionario.

¿Por qué seguir con ellos?

¿Qué sentido tiene ahora continuar apoyando legislativa y económicamente unas investigaciones condenadas al fracaso? El giro en las tesis investigadoras del que fuera icono de la clonación es la respuesta.

Con su decisión, el investigador escocés constata la inutilidad de seguir manipulando embriones, sobre todo si se tiene en cuenta las células madre adultas son las únicas que han obtenido resultados terapéuticos positivos?

De hecho, Wilmut se refirió también a los hallazgos del doctor Mitalipov, publicados en la revista NATURE, que ha conseguido clonar embriones de primate. Se usaron en esa investigación 304 óvulos para obtener dos líneas de células embrionarias, y una de ellas cromosómicamente anormal.

“Es un bonito éxito, pero un poco limitado”, comentó Wilmut sobre el estudio, que necesitó hasta 15.000 óvulos para desarrollar el protocolo en su fase previa.

Además, según Wilmut, no está claro por qué ha tenido éxito el equipo del doctor Mitalipov, lo cual dificulta mejorar sus métodos. Por eso, asegura que la vía del profesor Yamanaka es “cien veces más interesante”.

“Estimulante y asombroso”

Con ese comentario se refería Wilmut al método que el japonés Shinya Yamanaka investiga en la Universidad de Tokio, que revierte –alterando cuatro genes- el desarrollo de células adultas extraídas de la piel para convertirlas de nuevo en células madre.

Esta técnica se conoce como ‘desdiferenciación’ y las células reprogramadas se llaman células estaminales de pluripotencia inducida, que hacen el tipo de actividad que uno ve en las embrionarias. Para Wilmut supone el futuro de la investigación celular y opina que el resultado obtenido es “extremadamente estimulante y asombroso”.

“Parece que para cuando la transferencia nuclear funcione con humanos, la reprogramación directa ya estará funcionando. Creo que antes de que pase mucho tiempo podremos usar el enfoque de Yamanaka para conseguir lo mismo sin hacer embriones humanos. No dudo que a la larga la reprogramación directa será más productiva, aunque no podemos saber exactamente cuando, si el año que viene o dentro de cinco años”, concluyó.

Wilmut no es el único que ve con buenos ojos las investigaciones de Yamanaka; son varios los especialistas que coinciden con él y que han señalado que el sistema de clonación no es eficiente.

Robin Lovell-Badge, del National Institute of Medical Research del Reino Unido, dijo a la prensa inglesa que el porcentaje de éxito del equipo de Oregón, del doctor Mitalipov, al ser del 0,7% “es aún demasiado bajo para usarse en estudios humanos, especialmente dada la dificultad de obtener óvulos para investigar”.

“Pienso que la desdiferenciación es muy probablemente el futuro, una vez se demuestre que funcione en humanos y que funcione bien con una fuente de células fiables, es decir, que no tenga demasiadas mutaciones”, dijo Lovell-Badge.

También el premio Nobel y pionero en células madre Sir Martín Eavns, de la Escuela de Biociencias de Cardiff, al comentar el trabajo del equipo japonés declaró: “esta será la solución a largo plazo”.

En 5 años, generalizados

Por otra parte, el catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia, José Manuel García Verdugo, considera que en cinco años los tratamientos con células madres adultas en los hospitales se generalizarán para un amplio espectro de pacientes en las intervenciones quirúrgicas que precisen de una cicatrización rápida y en el campo de la cirugía general.

García Verdugo hizo estas declaraciones en el marco de las jornadas sobre Realidades de la Aplicación Clínica en la Reparación de Tejidos Mediante la Utilización de Células Madre, celebradas el 15 y 16 de noviembre en la Universidad Internacional Menéndez Pelayo de Valencia.

Sin embargo, precisó que para que estas terapias sean una realidad “no solamente hace falta el clínico que haga la intervención, sino una infraestructura de laboratorio en el hospital que todavía no está creada”.

El campo que más ha avanzado en cuanto a la aplicación de las terapias con células madres es, según el catedrático, el de la cirugía, mediante el uso de las células madre de la médula ósea que tienen “mucha capacidad para cicatrizar”, apuntó.

El experto destacó los éxitos que se pueden obtener en aplicaciones como heridas que afecten al tubo digestivo o al sistema respiratorio; en el campo de la cardiología, donde ya se obtienen resultados positivos; en la regeneración de la piel; o en el sistema nervioso.

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