Cuelgo este artículo de ABC porque explica bien el estado de la cuestión bioética en el ámbito de la investigación con células madre. De todos modos sólo precisaría dos cosas: 1) No me parece correcto hablar continuamente de lo que admite la Iglesia o de lo que no admite. El magisterio es una ayuda para el científico y no una barrera. El científico sabe que la fe y la razón no se oponen, por eso agradece la ayuda que le presta la revelación. El diálogo entre científicos y éticos no es religioso sino científico (la ética también es una ciencia) y aquí nada tiene que ver la Iglesia. 2) Es cierto que se pueden extraer células del embrión sin que eso suponga su utilización contraria a la dignidad de la persona, pero hay que tener en cuenta que a la hora de realizar tal extracción no exista un alto riesgo de provocar la muerte: si a un organismo minúsculo, compuesto de pocas células, le quitas una de ellas...
Aunque diga el refrán que el fin justifica los medios, son innumerables los científicos que discrepan de esta afirmación. La medicina regenerativa se basa en la reparación de órganos mediante el uso de terapia celular, pero la obtención de estas células puede seguir muchos caminos, unos aceptados por la Iglesia y otros no. Hoy en día nadie pone reparos a la investigación con células adultas, aunque sí a la investigación con células embrionarias.
Además, en los últimos meses han aparecido nuevas técnicas como la reprogramación, que consiste en conseguir células troncales similares a las embrionarias a partir de una célula adulta, lo que abrió muchas expectativas, ya que cumple con todos los requisitos científicos pero también éticos. Por último, otra vía es la obtención de líneas celulares a partir de células madre embrionarias sin destruir el embrión.
Precisamente esta línea de trabajo, que desarrolla el valenciano Carlos Simón, fue también autorizada por el Ministerio a la vez que el proyecto de clonación. Se trata de extraer una célula cuando el embrión tiene sólo dos días de vida, igual que se hace para el diagnostico de enfermedades. Esa célula se utiliza para la investigación, mientras que el embrión se implanta en la madre y sigue su desarrollo.
Además, en los últimos meses han aparecido nuevas técnicas como la reprogramación, que consiste en conseguir células troncales similares a las embrionarias a partir de una célula adulta, lo que abrió muchas expectativas, ya que cumple con todos los requisitos científicos pero también éticos. Por último, otra vía es la obtención de líneas celulares a partir de células madre embrionarias sin destruir el embrión.
Precisamente esta línea de trabajo, que desarrolla el valenciano Carlos Simón, fue también autorizada por el Ministerio a la vez que el proyecto de clonación. Se trata de extraer una célula cuando el embrión tiene sólo dos días de vida, igual que se hace para el diagnostico de enfermedades. Esa célula se utiliza para la investigación, mientras que el embrión se implanta en la madre y sigue su desarrollo.
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