viernes, 31 de octubre de 2008

La ciencia contra la ideología


Suele decirse que quienes se niegan a investigar o a que se investigue sobre las células madre embrionarias, lo hacen por motivos religiosos. Sin embargo, quienes esto dicen ignoran -o, quizá peor, ocultan- que la investigación con las células madre adultas ha conseguido éxitos terapéuticos innegables, mientras que la realizada con las células madre embrionarias ha sido siempre un fiasco. El profesor de medicina regenerativa de la Universidad de Newcastle, Colin McGuckin, junto con su equipo de diez personas, ha abandonado Inglaterra para ir a investigar a Francia: en su país están obsesionados con las células embrionarias. (Transcribimos noticia de Forum Libertas)

Colin McGuckin, profesor de medicina regenerativa de la Universidad de Newcastle ha anunciado que abandona Inglaterra para investigar con células madre adultas en Francia. Asegura que en el Reino Unido no puede trabajar, porque el país está "obsesionado" con las células embrionarias pese a sus nulas aplicaciones médicas hasta el momento y que en Inglaterra se desprecia a las células madre adultas y no se financia su investigación."La base de mi vocación es el trabajo con pacientes y ayudar a los pacientes y desgraciadamente no puedo hacerlo en el Reino Unido", declaró McGuckin al TIMES HIGHER EDUCATION. El profesor y su equipo de diez personas, especializados en la investigación con sangre del cordón umbilical y células adultas, se trasladarán a Francia, a la Universidad de Lyon, donde la financiación y apoyo a las diversas líneas de investigación "están mucho más equilibradas". "Francia apoya mucho más las células madre adultas porque saben que son las que ya se están usando en la fase clínica y que son las que más probablemente se usarán", dijo McGuckin. En cambio, "en el Reino Unido, una enorme cantidad de dinero del gobierno se ha gastado en células embrionarias, sin que se haya tratado ni un solo paciente, en detrimento de las células adultas, que están gravemente infrafinanciadas", denuncia el investigador."La sangre de cordón umbilical ya ha curado a 10.000 personas"; las células embrionarias, a nadieIncluso cuando hay financiación, las universidades no se esfuerzan por potenciar esta rama de la medicina regenerativa, asegura McGuckin. Él, en la universidad de Newcastle, tuvo que devolver 1.800.000 libras porque la universidad no le podía aportar espacio de laboratorio, y en otra ocasión no pudo recibir 10 millones de libras porque la oficina de negocios de la Universidad "no supo cerrarlo". "La sangre del cordón umbilical ya ha curado a unas 10.000 personas, y pese a eso la mayor parte de la financiación británica en células madre va a otros tipos de células, incluyendo enbrionarias, que no se espera que curen a nadie en los próximos 50 años; el valor del dinero público exige que este tema se trate y los pacientes reciban lo que necesitan", asegura Colin McGuckin.El caso inverso: Stojkovic, de Newcastle a Valencia, para clonar mejorHay que tener en cuenta que la Universidad de Newcastle no sólo pierde investigadores de células adultas como McGuckin; también a los de células embrionarias. En Enero de 2006 dejó de investigar allí el serbio Miodrag Stojkovic, pionero en clonación de embriones (transferencia nuclear) para irse a Valencia, al Centro de Investigación Príncipe Felipe, atraído por la financiación española a la clonación y la investigación que destruye embriones humanos. Ahora es su subdirector. Stojkovic, entusiasta de la clonación de embriones, declaró en un programa de televisión alemán en julio de 2006 ("Menschen bei Maischberger " ARD; 6/6/2006) que con las células madre habría pacientes parapléjicos caminando en el 2009. Pero no especificó si hablaba de las adultas o de las embrionarias. Por el momento, Stojkovic no ha curado a nadie con sus embriones ni sus instalaciones en Valencia. Eso no impidió que el 30 de noviembre de 2007 recibiera un premio la "Confederación de Discapacitados Físicos y Orgánicos de la Comunidad Valenciana (Cocemfe-CV)" por sus "importances avances".

La semana pasada el Reino Unido aprobó una ley de "barra libre con los embriones", en varios aspectos aún más permisiva que la española y que desprotege masivamente a los seres humanos en su fase de embrión. Pero por otra parte hay en preparación una propuesta del parlamentario David Burrowes que favorecería la donación de cordones umbilicales y la conservación de su sangre.


En el mundo hay unos 300.000 cordones umbilicales conservados en bancos especiales; siete de estos bancos están en España, con unos 28.000 cordones. Según distintos expertos, con 20.000 cordones se tienen los tipos de sangre y células para tratar la inmensa mayoría de los casos. Otras fuentes hablan de que es necesarrio tener 60.000 cordones almacenados (y bien identificados) para cubrir las distintas necesidades. En cualquier caso, los cordones umbilicales ya salvan vidas, y la destrucción de embriones, no.

jueves, 16 de octubre de 2008

Seis verdades innegables para no destruir embriones HUMANOS

Células madre: “Seis verdades innegables” para no destruir embriones humanos
Experto estadounidense constata la ineficacia de las células embrionarias, el éxito de los ensayos con adultas y el estatus moral del embrión.Crece en Estados Unidos el debate ético sobre la conveniencia, o no, de que haya una financiación pública de las investigaciones con células madre embrionarias. Un experto estadounidense en la materia expone seis sólidos argumentos contra la manipulación y destrucción de embriones para obtener células estaminales.
Robert P. George, catedrático de Jurisprudencia en la Universidad de Princeton y miembro del Consejo de Bioética del presidente de los Estados Unidos, verifica en un artículo de opinión publicado el pasado 13 de abril en LA GACETA, Seis verdades innegables, que las células embrionarias han mostrado hasta ahora una total ineficacia.
Por el contrario, dice George en el mismo artículo, “existen más de 1.200 ensayos clínicos con células madre derivadas de tejido adulto” que han obtenido resultados. Además, entre otras cuestiones, el experto constata que existe un reconocimiento generalizado del “estatus moral propio del embrión humano”.



La batalla de Bush
El presidente Bush para dispuesto a utilizar todos los recursos a su alcance para vetar la decisión del Senado de estados Unidos, que acaba de aprobar “un polémico proyecto legislativo que abriría las puertas del erario federal a la experimentación médica con células madre embrionarias”, asegura George.
Después de que el Bush ya vetara el proyecto anterior del Parlamento norteamericano, la Casa Blanca ha asegurado que volverá a vetar cualquier iniciativa similar.

La información de que dispone hasta ahora la opinión pública norteamericana y los aspectos morales que rodean esta cuestión sólo han contribuido a “aumentar el grado de confusión sobre un asunto de por sí bastante complejo. Creo que, a pesar del radical enfrentamiento ideológico, existen por lo menos seis presupuestos objetivos innegables”, añade el experto en bioética.



Las “seis verdades innegables”


Robert P. George expone en su artículo esos seis argumentos contra las investigaciones con embriones.

1. La experimentación con células madre embrionarias no se encuentra prohibida en los Estados Unidos.

George asegura que “muchos laboratorios norteamericanos se dedican actualmente a extraer células madre a partir de embriones humanos. No existe restricción alguna a la financiación privada de tales actividades”.

Por otra parte, añade, “los científicos estadounidenses lideran el panorama mundial en estudios experimentales sobre manipulación embrionaria”.

2. Estamos muy lejos de encontrar terapias efectivas a partir de células madre embrionarias.

El experto certifica que “actualmente no se ha desarrollado ningún tipo de terapia médica en base a células madre embrionarias. [...] Incluso los científicos de mayor renombre en el campo de la investigación con embriones han aceptado expresamente que la posibilidad de conducir terapias médicas basándose en dicho tipo de células es aún muy remota”.

Sin embargo, agrega, “existen más de 1.200 ensayos clínicos con células madre derivadas de tejido adulto”.
3. Se reconoce un status moral propio al embrión humano.

Según indica George, el Comité Nacional de Asesoría Bioética del presidente Bill Clinton señaló en su momento que “la mayoría estará de acuerdo en que los embriones merecen respeto dado que constituyen una forma de vida humana.”
El comité aceptó la “posibilidad de utilizar los embriones sobrantes de las terapias realizadas en clínicas de reproducción asistida”, pero sólo cuando se contribuyera a salvar vidas humanas, recuerda el experto, que afirma que “el grupo de estudio no recomendó jamás la creación de nuevos embriones mediante la clonación o cualquier otro método que conlleve su destrucción”.



4. Hay otras alternativas que vale la pena explorar.

“Es cada vez más evidente que existen opciones científicas que no incluyen la destrucción de embriones humanos, a partir de las cuales se obtendrían células madre con propiedades equivalentes”, asegura en su artículo.

Permitirían “la reprogramación de células somáticas, la obtención de células madre del líquido amniótico o la transferencia nuclear alterada”, añade.

5. Los cuestionamientos a la destrucción de embriones no obedecen únicamente a convicciones religiosas.

George recuerda que “Charles Krauthammer, antiguo miembro del Consejo de Bioética del presidente de EEUU, se refirió a este punto con gran claridad: ‘No creo que la vida humana -refiriéndose a los atributos morales de la persona- comience con la concepción. Sin embargo, muchos individuos de orientación secular encontramos serios dilemas éticos en la destrucción de embriones humanos. No se necesita ser una persona religiosa para mostrar preocupación sobre el tema. Sólo es necesario ser consciente de la capacidad demostrada del hombre para causar el mal en su intento por hacer el bien’”.

6. Salvar vidas humanas es el principal motivo de quienes investigan con células madre, pero no el único.

El experto en bioética asegura que “la mayoría de los científicos son concientes de que las células madre embrionarias no tienen valor terapéutico actual y que no se vislumbra que lo tengan en un futuro próximo, principalmente por su inestabilidad y grave tendencia a producir tumores”.
Así, en muchas ocasiones, el interés de muchos científicos por experimentar con embriones es por “el afán de ‘aprender más’ sobre los mecanismos biológicos que permiten el desarrollo temprano de los humanos en el vientre materno”, añade.



George concluye en su artículo que “la experimentación destructiva de embriones no puede ser justificada moralmente, incluso si fuera verdaderamente efectiva para encontrar curas a terribles enfermedades”.

La noticia de la semana: el bebé medicamento


En Sevilla ha nacido el primer bebé destinado a ser salvador de su hermano enfermo. Utilizarán las células madre de su cordón umbilical para aplicárselas. La noticia ha tenido amplio eco en la prensa nacional e internacional. Por lo general, todo son felicitaciones, enhorabuenas y parabienes. Pocos son los que se plantean hasta qué punto se trata de una mala noticia, de la que no podemos alegrarnos. Así lo hace Mariana Iglesias en un artículo publicado en El Clarín.com, con el que compartimos el planteamiento.



Tienen un hijo enfermo con destino de muerte segura. En la desesperación, piensan que un hermano sano podría salvarlo. Pero el otro hijo también tiene posibilidades de nacer con la misma enfermedad del mayor, así que optan por concebir al bebé con ayuda de la ciencia: hacen un diagnóstico genético preimplantacional para asegurarse que el bebé sea absolutamente sano. Entonces sí, se transfiere a la madre. Lo logran. El bebé ya nació, y las células de su cordón umbilical servirán para hacerle un trasplante de médula al hermano, que así tiene grandes probabilidades de curarse. Más allá de la buena noticia, el tema plantea ciertas cuestiones: 'Qué se hace con los embriones enfermos que no se implantan? 'Qué pasará por la cabeza de ese chico cuando en el futuro se entere que fue concebido, elegido e implantado en el cuerpo de su mamá para salvar a su hermano mayor? 'Y si no se logra ese cometido?

(...)

Hasta acá todo bien: la ciencia que avanza sin pausa, los padres que pueden resolver situaciones de manera antes impensadas y los hijos que tienen posibilidades de salvarse. Pero para tener una idea cabal de toda la situación, falta analizar una parte importante: 'Qué pasa con estos hermanos "salvadores"? "Para una vida es crucial saberse deseado. Están totalmente comprobadas las implicancias que tiene en una vida el deseo de los padres -explica la psicoanalista Miriam Mazover, fundadora del Centro Dos-. Todo deseo distinto a concebir a un ser singular sólo por si mismo va a complicar esa vida. Como los padres que tienen un bebé para que el otro no sea hijo único, o para salvar el matrimonio, o para tener un heredero. El hermano salvador se planea con un uso instrumental, y el amor está muy alejado de eso. El amor no pide. Estos padres están pidiendo demasiado, una hazaña, una proeza. Y si sale mal, es tremendo".

viernes, 10 de octubre de 2008

El I Workshop sobre células madre cancerígenas acoge hoy en A Coruña "todo el conocimiento" en una reunión científica


Leemos en noticia de Europa press que en A Coruña se reunen expertos en oncología para investigar el comportamiento de las células madre cancerígenas. El conocerlas mejor podrá ayudar a impulsar las terapias del cáncer, en especial el de pulmón (20.000 casos al año en España) y el de mama. Los trabajos se desarrollarán entre hoy y mañana. Pido a Dios que ilumine a estos científicos en su investigación y en que sean consciente de su responsabilidad profesional y deontológica.


El I Workshop sobre células madre cancerígenas, que se celebrará el jueves y el viernes en la ciudad herculina, constituirá "la primera vez que se aglutine todo el conocimiento de esta línea de investigación en una única reunión científica".
Así lo explicó el Doctor Luis Antón Aparicio, director del Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, quien aclaró que, durante la última década, la investigación de células madre, en lo que al cáncer se refiere, "ha tomado fuerza y se ha perfilado como una de las líneas más esperanzadoras para encontrar un tratamiento definitivo contra la enfermedad" al admitirse que la mayoría de los tumores poseen células madre que pueden impulsar su crecimiento.
El conocimiento de estas células y de sus rutas de señalización puede conducir a la creación de "medicamentos a la carta" para cada tipo específico de tumor. "Lo que se está buscando son fármacos que no maten a la población global de células, sino que bloqueen el crecimiento de las células dañadas para que no den lugar a más células", es decir, "conocer como funcionan las células malignas y como se saltan los controles normales del organismos para bloquearlas".
El encuentro girará en torno a dos ejes: el cáncer de mama y el cáncer de pulmón, que son, junto con el cáncer colo-rectal, los tumores con mayor incidencia y prevalencia en los seres humanos. En esta primera cita se abordarán estas dos patologías por ser en las que existe una mayor profundidad de investigación.
"El cáncer de pulmón es la principal causa de mortalidad por cáncer en el mundo y en España se diagnostican unos 20.000 casos al año, la mayoría de ellos producidos por el tabaco", explicó la doctora Rosario G. Campelo, especialista en esta dolencia.
En lo que a cáncer de mama se refiere, como explicó la doctora Lourdes Calvo, especializada en esta enfermedad, "es el tumor más frecuente en la mujer, pero se ha constatado un aumento de la supervivencia por que se diagnostica más temprano y los tratamientos son mejores".
El Servicio de Oncología del Complejo Hospitalario de A Coruña, dirigido por el doctor Luis Antón Aparicio, cuenta con "uno de los principales grupos de investigación" que actualmente trabajan esta línea en España. Su "interés por dar a conocer su proyecto y por intercambiar opiniones con otros investigadores nacionales e internacionales" les ha impulsado a organizar este I Workshop, que pretende traer este nuevo campo de investigación, conocimiento y potencial tratamiento futuro de las células madre a la arena del debate en la oncología.
El objetivo del equipo del doctor Aparicio es "despertar el interés entre biólogos y oncólogos sobre las células madre y sus rutas de señalización como objetivos oncogenéticos", al igual que hacer que los oncólogos clínicos "sean conscientes de la importancia de las células madre cancerígenas como objetivos terapéuticos".

Las células madres de origen testicular tienen características parecidas a las embrionarias

Recibo con alegría esta noticia escueta, pero clara y suculenta, de alguien que valora la investigación realizada con principios éticos. ¡Un nuevo avance en la línea de las células adultas!


Las células madres tienen la capacidad de convertirse en cualquier tejido del cuerpo humano y son una gran esperanza de cura para enfermedades como el Parkinson, la diabetes o las lesiones a la médula espinal. Si estas se encuentran de manera abundante en embriones humanos, el proceso de conseguirlas significa la destrucción de estos, lo que nos lleva a un problema ético.

En busca de una alternativa a la células madre de origen embrionario, científicos han descubierto que las células madre de origen testicular pueden desarrollarse para crear todo tipo de tejidos, diferenciándose en varios tipos de células al igual como lo hacen las embrionarias. Aunque esta es una muy buena noticia, este hallazgo sólo beneficiará a los hombres, y si bien algunos sugieren que células madre similares podrían encontrarse en los óvulos, otros señalan que eso es improbable.

Para el tratamiento de pacientes con células madre de origen testicular aún faltan varios años. Ahora que los científicos encontraron las similitudes entre células madre embrionarias y testiculares, deben abocarse a buscar las diferencias. Un detalle no menor.

jueves, 2 de octubre de 2008

Las adultas ganan la carrera "científica" a las embrionarias



Transcribimos el artículo publicado en Forum Libertas titulado Portazo a las células madre embrionarias en el que se resumen los avances producidos en el campo de las células madre adultas, en especial el efectuado por científicos de la Universidad de Harvard.



La investigación realizada por científicos de Harvard “es un avance extraordinario”, admite el pro-clonación Juan Carlos Izpisúa
Un equipo de científicos de la Escuela de Medicina de Harvard (EE. UU.) acaban de presentar en la revista Science una nueva técnica que permite, a partir de células adultas, obtener células madre con las mismas propiedades regenerativas que las embrionarias.

El gran avance logrado por los investigadores de Harvard resuelve uno de los mayores obstáculos que quedaban para poder utilizar células madre con fines terapéuticos.

Dado que las células de los embriones tienen la capacidad de convertirse en cualquier tejido del organismo, pero plantean problemas éticos y técnicos en su posible aplicación terapéutica, los investigadores creen que con esta técnica las células obtenidas pueden llegar a ser una fuente de tejidos para regenerar órganos dañados, sin tener esos problemas.

Las nuevas células madre obtenidas en los laboratorios de la Escuela de Medicina de Harvard podrían convertirse en una fuente de células de páncreas para personas con diabetes o en células del corazón para personas con insuficiencia cardiaca.

“Avance extraordinario”

Tras la publicación del estudio en la revista Science el pasado viernes, 26 de septiembre, la noticia ha saltado a los medios de comunicación e incluso ha sido recogida por el Ministerio de Ciencia e Innovación, a través de la Fundación Española para la Ciencia y la Tecnología (FECYT), de cuyo patronato es presidenta la ministra Cristina Garmendia.

Cabe recordar que el Gobierno español no se ha distinguido precisamente por apoyar la investigación con células madre, sino más bien todo lo contrario. Dos de los más destacados defensores de la investigación con células madre embrionarias en España son el actual ministro de Sanidad, Bernat Soria, y el director del Centro de Medicina Regenerativa de Barcelona (CMRB), Juan Carlos Izpisúa.

Sin embargo, el constante fracaso de las investigaciones con embriones, que suponen su destrucción, y los avances obtenidos desde hace años en el campo de la investigación con células madre adultas, obtenidas incluso del propio paciente, les han obligado a reconocer los éxitos de estas últimas.

“Es un avance extraordinario”, declaró Izpisúa tras conocer el estudio de los científicos de Harvard. “Pero hay que advertir que los experimentos que funcionan en ratones no siempre tienen éxito después en las personas”, añadió a continuación.

Con todo, Izpisúa considera que “estamos mucho más cerca que hace dos años de poder aplicar las células madre para tratar enfermedades”.

Giro en la investigación

Los investigadores de Harvard, ante los problemas éticos y técnicos que presentan las células arrancadas a los embriones (pueden provocar rechazo e incluso cáncer) orientaron sus trabajos hacia las células adultas para tratar de convertirlas en células equivalentes embrionarias.

El primer avance llegó hace un año cuando, manipulando células de piel humana, se obtuvieron células con propiedades equivalentes a las de los embriones. Pero tenían un gran inconveniente: era preciso insertarles cuatro genes para que adquirieran propiedades embrionarias. Para ello, se empleaban virus que introducían sus genes en el ADN de la célula, y estos genes quedaban para siempre en las células, lo que originaba cánceres.

El gran avance que han conseguido ahora se ha basado en cambiar el tipo de virus con el que se introducen los genes en las células (si antes se empleaban retrovirus y lentivirus, ahora se han empleado adenovirus.).

En experimentos con ratones, han conseguido que los cuatro genes clave estén activos durante el tiempo necesario para que las células vuelvan a un estado embrionario, pero que después desaparezcan ya que no se integran en el ADN de las células.

Últimos logros

Por otra parte, recientes noticias constatan el éxito obtenido en algunas investigaciones con células madre adultas. Veamos algunas de ellas:

El primer banco de sangre de cordón umbilical privado de Europa, el Vita 34, recibió hace un par de semanas autorización para utilizar estas células en el marco de un estudio clínico con niños diagnosticados con diabetes tipo 1.

Un mes antes, la noticia era un grupo de científicos italianos del Hospital San Martino, en Génova, por sus trabajos con células también de cordón umbilical para tratar a pacientes con leucemia. Creen que se podrá lograr más éxito inyectando estas células en el interior de los huesos a los pacientes que con el método tradicional a través de las venas.

Por esas fechas, la médico adjunto y coordinadora de Hematología del Hospital de La Plana de Vila-real, Silvia Bernat, confirmaba la eficacia de las células madre de cordón umbilical en el tratamiento contra el cáncer, concretamente en su aplicación en leucemias y linfomas.

El turno de estas células madre en el tratamiento de la enfermedad llega cuando la quimioterapia o radioterapia han acabado tanto con “las células malas como con las buenas del paciente”, explicaba entonces la doctora.

También en la segunda quincena de agosto, un equipo de científicos del Instituto Nacional de Ciencia Industrial Avanzada de Japón aseguraban haber conseguido crear, a partir de un diente arrancado, células madre similares a las embrionarias.

miércoles, 17 de septiembre de 2008

Uso de la doxicilina para reprogramar célula madre adultas


ÁNGELES LÓPEZ
MADRID.- La historia de la investigación con células madre se está escribiendo cada día en las páginas de las revistas científicas. En un futuro, todavía no se puede dar una fecha exacta, llegaremos a comprender la repercusión de estos trabajos y veremos si, tal y como prometen sus autores, logran hitos en la medicina. De momento, los pasos alcanzados son pequeños aunque prometedores tal y como lo constatan dos estudios publicados en 'Cell Stem Cell' que muestran un nuevo método para reprogramar células adultas en otras similares a las células madre embrionarias. La novedad es que para ello utilizan un fármaco que acelera el proceso, lo que ayudará a comprender mejor este mecanismo.


Hasta el momento, diferentes investigadores habían empleado un mismo método, con variaciones mínimas, para reprogramar una célula adulta y hacerla retroceder en el tiempo a su estadio inicial (célula madre) para, una vez ahí, poderla convertir en otro tipo de célula adulta distinta a la inicial. Básicamente, el proceso era insertar tres o cuatro genes o factores de transcripción (OCT4, SOX2, KLF4 o cMYC), mediante un retrovirus, en el ADN de la célula para programarlo.


Sin embargo, este procedimiento no está exento de problemas. Por un lado, es lento, se tarda varias semanas en la reprogramación y su eficacia es baja, sólo un 0,01% de las células se reconvierten. Los genes, una vez insertados, difícilmente se pueden silenciar o mantener su expresión y por otro lado, sólo una pequeña proporción de las células reciben todos esos genes y en el mismo lugar de su ADN, con lo que el producto obtenido es un cúmulo de células muy heterogéneo, aunque eso sí, reprogramadas sin necesidad de recurrir a un embrión.
"El sistema con doxicilina [el fármaco empleado en el nuevo modelo] es más estricto que el de los retrovirus. Nos permite conectar o desconectar los genes al añadir o eliminar la doxiciclina del medio de cultivo. En cambio, con los retrovirus, no puedes 'apagar' el proceso y esto algunas veces puede ocasionar problemas una vez que las células se diferencian en células especializadas", señala a elmundo.es el doctor Konrad Hochelinger, principal investigador de uno de los estudios que publica la revista 'Cell Stem Cell' e investigador del Instituto Stem Cell de Harvard (EEUU).


martes, 16 de septiembre de 2008

Consiguen extaer células madre sin matar al embrión


Publico esta buena noticia: hay investigadores que quieren seguir haciendo compatible el avance técnico científico con la ética. Estando convencidos de las virtualidades de la células madre embrionarias han procedido a extraerlas de embriones, pero consiguiendo respetar sus vidas. Siempre queda el problema de la instrumentalización del embrión, cuya vida queda pendiente de una eventual o hipotética implantación uterina, más peligrosa conforme más avanza el tiempo.

Hospital belga logra extraer células madre embrionarias sin dañar embriones. Fuente: eluniversal.com

02:11 PM Bruselas.- Científicos del Hospital Universitario Ziekenhuis de Bruselas han sido los primeros en lograr la extracción de células madre embrionarias sin destruir el embrión, según informó hoy la institución en un comunicado de prensa. Las células madre se extraen normalmente de un embrión en el quinto día de su desarrollo preimplantatorio, lo que implica necesariamente la destrucción del embrión. Sin embargo, los científicos belgas han conseguido extraer las células madre de una célula del embrión -que tiene cuatro- en el segundo día de desarrollo, informó Efe.

De esta forma, el embrión no es destruido y las tres células restantes pueden seguir su desarrollo y ser implantadas, como embrión, en el útero. "Este progreso puede tener consecuencias positivas para países donde por razones éticas extraer células madre esté prohibido o sea controvertido", destacó el hospital en el comunicado. Las células madre o troncales son un tipo especial de células indiferenciadas que tienen la capacidad de dividirse indefinidamente sin perder sus propiedades y llegar a producir células especializadas. Pueden obtenerse en diferentes fases del desarrollo humano, ya sea del embrión, del feto, del recién nacido o del adulto. Sin embargo, las células madre embrionarias son las más adecuadas para el tratamiento de enfermedades porque poseen una capacidad indefinida de multiplicación y pueden convertirse en cualquier tipo de tejido. Esto abriría el camino para la cura de una gran variedad de enfermedades vinculadas a la regeneración celular, como la diabetes, o degenerativas, como el mal de Alzheimer o las lesiones neurológicas

lunes, 9 de junio de 2008

Método Con Células Madre Capaz de Tratar los Síntomas del Mal de Parkinson en Ratas

Hacía un tiempo que teníamos abandonado el blog. El mes de mayo nos ha traído abundantes aguas, pero pocas noticias. Aquí tenéis una noticia fresca, fresca.


Un equipo de investigadores del Instituto Tecnológico de Massachusetts (MIT) ha demostrado, en lo que es un logro pionero, que es posible utilizar células madre obtenidas artificialmente para tratar síntomas de la enfermedad de Parkinson en ratas. (Fuente)

Este descubrimiento podría conducir al desarrollo de tratamientos de gran eficacia para tratar en pacientes humanos esa terrible enfermedad neurológica degenerativa que es el mal de Parkinson. Sin embargo, tal como advierten los investigadores, todavía queda un largo camino por recorrer, y habrá que superar varios obstáculos relacionados con la reprogramación de células.
Los investigadores han comprobado que las células cerebrales derivadas de células reprogramadas, pueden ser integradas con éxito en cerebros animales, consiguiendo con ello que mejoren los síntomas de una dolencia neurodegenerativa equivalente a la enfermedad humana de Parkinson.El experimento ha demostrado, por vez primera, que células reprogramadas in vitro pueden ser integradas dentro del sistema neuronal e influir de manera beneficiosa sobre una enfermedad neurodegenerativa. Ello indica que, en principio, estas células reprogramadas se podrían usar para tratar la enfermedad de Parkinson. El experimento es, sin embargo, sólo una prueba preliminar para verificar la viabilidad esencial del concepto.Los investigadores Marius Wernig y Rudolf Jaenisch creen que estos resultados indican que la técnica resulta factible para su aplicación a los seres humanos, aunque advierten que se deben superar los desafíos del proceso de perfeccionamiento.Estos obstáculos a superar incluyen encontrar alternativas para los retrovirus potencialmente cancerígenos usados para transformar las células de la piel en células madre pluripotentes inducidas, y averiguar cuáles son los mejores métodos y lugares para trasplantar las células cerebrales precursoras en humanos.
Información adicional en: MIT

domingo, 13 de abril de 2008

CONSEJO GENERAL DE BIOÉTICA, CANARIAS AÑO 2002

Este breve artículo hace referencia al consejo general de bioética que se celebró en Canarias en el año 2002. Me parece bastante interesante y bastante didáctivo, ya que sin una semántica muy complicada, podemos llegar a entender los principales reparos éticos que hoy en día se nos plantean.

Los problemas bioéticos que plantean las células madre son especialmente graves.
(En la exposición que sigue se refiere únicamente a las de los embriones, pues las del adulto,
aparte del referido al consentimiento informado de la persona de que se extraigan, no
plantean reparos éticos). El de más envergadura es, sin duda es el del estatuto del embrión,
que reaparece a menudo en cuestiones bioéticas. ¿Qué es un embrión humano? Si fuera un
montón de células sin vida individual, o un tejido desgajado del cuerpo de una mujer, o
chatarra biológica que se puede reciclar para ciertos usos médicos, o material excedente para
usar como se quiera, no habría conflictos éticos. Con la debida prudencia y las cautelas
legales estaría todo resuelto. Si fuera vida animal, como suponía Haeckel cuando estaba en su
apogeo la ley de que la ontogenia recapitula la filogenia, no vida de una persona, única en
toda la historia, podría sacrificarse para alcanzar altas metas. Si fuera física y química o una
hinchazón anormal, como un bulto o un tumor, no habría por qué detenerse ni andar en
contemplaciones para servirse de él, con picardía económica, como pieza de recambio o
mercancía de trueque con vistas al beneficio.
¿Pero y si fuera una persona? En los asuntos difíciles, las grandes encrucijadas que
solicitan que el hombre saque a relucir su ingenio para resolver problemas, no es un buen
procedimiento desdeñar ninguna hipótesis, o sea, enterrar la cabeza, como hace el avestruz,
para no ver lo molesto. En el que ahora me ocupa sería pura pereza, rutina intelectual, falta
de osadía teórica, no plantear la pregunta de si el embrión humano es una persona humana.
Eludirla, además de incompetencia, es irresponsabilidad, pues la persona establece los límites de acción.

lunes, 10 de marzo de 2008

Etica y moral de celulas madre


Este texo nos hace un breve resumen respecto a la ética y la moralidad acerca de las celulas madre, abarca tanto desde el punto de vista político (interéses personales de cada grupo o ideología) y desde el punto de vista racional.

Los aspectos éticos relacionados con las nuevas tecnologías de clonación de células humanas exigen un riguroso análisis desde el conocimiento de causa y desde el distanciamiento de posturas sesgadas por prejuicios religiosos. Si bien este análisis es necesario y debe extenderse a niveles que alcancen todos los estratos de nuestra sociedad, incluyendo los políticos y legislativos, una lectura racional de los aspectos implicados proporciona, hoy por hoy, un terreno ético firme no sólo para permitir, sino para incentivar la investigación en clonación de células humanas con fines terapéuticos. Los beneficios esperados de estas investigaciones para el bienestar humano sobrepasan infinitamente las objeciones que desde determinadas morales religiosas se plantean. Las diversas asociaciones científicas y comités bioéticos independientes, así como las editoriales de las principales revistas científicas, se han alineado unánimemente en este sentido. La controversia científica, pues, tampoco existe.

Cruzadas como la emprendida por nuestro gobierno con su campaña sólo pueden ser tildadas, si benévolamente, como irresponsables. Quienes no buscan, o ignoran conscientemente, el valor de la información y los argumentos racionales, emprendiendo campañas políticas bajo el influjo de prejuicios religiosos, cargan sin embargo un enorme peso sobre sus conciencias, que en este caso se traduce en un coqueteo con la salud, el bienestar y la calidad de vida humanas. Muchas de esas vidas no comparten, ni tienen por qué hacerlo, su particular visión moral. Es nuestro deber recordarles el peso de esta gran responsabilidad, y hacérselo de este modo tan insostenible como sea posible.

jueves, 6 de marzo de 2008

Células madre adultas

Me parece muy interesante este articulo ya que explica muy bien que son,donde se encuentran y sobre todo que funciones realizan en el organismo humano,esto nos puede hacer entender mejor de lo que estamos hablando.

Tambien es muy inteligente la altermativa que da que consiste en obtener celulas embrionarias del cordón
umbilical.








En un individuo adulto hay tejidos en los que algunas de sus células se dividen activamente, pero en otros no. Entre los que se dividen están la médula ósea y la piel, en ellos encontramos células madre de la médula ósea y de la piel. Estas células se reproducen y generan células especializadas de sangre y de piel respectivamente. En otros tejidos se han encontrado también células madre especializadas, capaces de reproducirse y de generar tejidos especializados y sólo esos tejidos. Estas células madre especializadas son muy escasas y difíciles de aislar.
En un principio se pensó que las células madre especializadas sólo podían general células especializadas del mismo tipo. Sin embargo se ha observado que estas células pueden llegar a generar células con una especialización diferente de la original. Así células madre neuronales de la médula espinal han producido diferentes tipos de células sanguíneas. Estudios en ratas han obtenido células hepáticas partiendo de células madre demédula espinal. Cada día salen a la luz nuevos ejemplos de células madre especializadas que producen células especializadas diferentes de las esperadas. Esto demuestra que las células madre presentes en el individuo adulto son mucho más flexibles de lo que se pensaba.
De aquí se derivan grandes expectativas de terapias innovadoras. Parece que las células madre adultas tienen un gran potencial y quizá más facilidades que las células madre embrionarias puesto que se puede partir de células del propio individuo y, por tanto, con la misma carga genética. Esto solventa, además, los serios problemas éticos de manipular y destruir embriones.
Investigar con células madre adultas
Por otro lado, se podrían obtener células madre del propio individuo adulto y especializarlas igualmente para obtener otros tejidos o reconstruir los órganos necesarios. Un buen suministro de células madre propias podría ser el cordón umbilical obtenido en el momento del parto y conservado congelado.
Se recogen células madre de un individuo adulto. Otra posibilidad es guardar congelado el cordón umbilical del bebé al nacer que puede servir como suministro muy válido de células madre.
Se cultivan las células madre en el medio adecuado hasta obtener el tejido que se necesite.
Se trasplanta al individuo enfermo el tejido cultivado o las células necesarias para regenerar el órgano enfermo.

jueves, 28 de febrero de 2008

Concurso “Premios Víctor García Hoz a las mejores experiencias didácticas”

Participación de Peñalba en el concurso
“Premios Víctor García Hoz a las mejores experiencias didácticas”


1.- Se adjuntan bases del concurso “Premios Víctor García Hoz a las mejores experiencias didácticas”.

2.- Los profesores de Biología y de Filosofía, junto con Capellanía, promueven la participación de un grupo de alumnos de 1º de Bachillerato que presentarán al concurso sendos blogs titulados “Cultura de la vida” y “Noticias acerca de las células madre”.

3.- Como ya es sabido, a los alumnos que participen en esta actividad se les premiará con un punto (máximo) a la nota final de la asignatura de Biología y Geología.

(Para continuar leyendo clicar aquí)

jueves, 7 de febrero de 2008

Crean esperma humano a partir de células embrionarias femeninas

"Estamos continuamente viendo noticias a cerca de la "potencia" de las celulas madre para dar lugar a cualquier tipo de celula de cualquier tipo de tejido. Pero formar un espermatozoide a partir de celulas embrionarias femeninas me supera un poco. Sabemos que la diferencia entre una celula somatica y una celula sexual es su dotacion genetica; mientras que en una es diploide(mitad proviene del espermatozoide y mitad provien del ovulo), en la otra es haploide, es decir, sufre la meiosis para dar lugar a una celula con la mitad de informacion para que cuando se junten en la fecundacion den lugar a un nuevo individuo diploide. y mi pregunta es:

¿Como han formado el cromosoma sexual Y presente en el espermatozoide a partir del ovulo si este no lo tiene?
http:www.atbnoticias.es/noticia.php?id_seccion=0&id=111305

Los hombres acabam de volverse irrelevantes para la supervivencia de nuestra especie. Y es que un grupo de científicos de la Univerdidad de Newcastle ha creado células de esperma humano usando células madre embrionarias femeninas. Los investigadores, dirigidos por el profesor Karim Nayernia, habían creado ya células primitivas de esperma a partir de médula ósea masculina. Ahora están trabajando en crear células a partir de médula ósea femenina, que sería más sencillo y más práctico que sintetizarlas a partir de embriones.Todavía se desconoce si la célula de esperma de una mujer podría crear una descendencia saludable. Existe la posibilidad de que no tuviese la cantidad correcta de material genético.Algunas pruebas apuntan la existencia de este problema. En 2006 se experimentó con ratones y de las siete crías que generó el esperma procedente de células embrionarias una murió y las otras seis tuvieron problemas de salud.

var IVW="http://atbe.ojdinteractiva.com/cgi-bin/ivw/CP/ Crean esperma humano a partir de células embrionarias femeninas";
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lunes, 4 de febrero de 2008

Reconstruida la mandíbula de una paciente con sus célulasmadre.

HELSINKI (Reuters) - Un grupo de científicos finlandés anunció que ha logrado reemplazar el maxilar superior de una paciente de 65 años, con un transplante de hueso cultivado a partir células madre que fueron aisladas de su propio tejido graso y se desarrollaron en el abdomen de la paciente.

Los investigadores indicaron que este avance abre las puertas a nuevos tratamientos para lesiones en tejidos, y avanza hacia la posibilidad de una futura construcción de "repuestos" del cuerpo humano.

"Se han realizado un par de intervenciones similares antes, pero no utilizaban las propias células del paciente incubadas y desarrolladas en un laboratorio, diferenciándose para formar tejido óseo", afirmó Riita Suuronnen, investigadora del Instituto de Medicina Regenerativa Regea, que forma parte de la Universidad de Tampere. Suuronnen indicó en una conferencia que la paciente se estaba recuperando más rápido que si hubiese recibido un injerto de su pierna. "Desde fuera, nadie podría darse cuenta de que ha sido sometida a esta intervención", afirmó.

Además, la científica aclaró que el equipo no había utilizado materiales procedentes de animales, lo que previene la transmisión de virus que se encuentran escondidos en el material genético, y habían seguido las directivas de la Unión Europea.

Utilizar células del propio paciente permite disponer de un transplante hecho a medida, que el cuerpo no rechaza. Suuronnen y sus colaboradores aislaron células madre provenientes de la grasa de la paciente y las cultivaron durante dos semanas en un laboratorio.

Los investigadores identificaron las células, que en un estadio primitivo de su desarrollo son capaces de generar tejidos óseos, musculares y vasculares. Cuando tuvieron suficientes células con las que trabajar las pusieron en una plataforma de material biológico de calcio y fosfato y las introdujeron en el abdomen de la paciente durante nueve meses para que crecieran. Las células formaron una serie de tejidos y llegaron incluso a producir sangre.

Este bloque de tejido fue transplantado después dentro de la cabeza de la mujer para conectarlo con el cráneo mediante tornillos, utilizando microcirugías para conectar las arterias y venas con las del cuello.

La paciente había sufrido la extirpación de su mandíbula superior debido a un tumor benigno y era incapaz de hablar o de comer sin la ayuda de una prótesis extraíble. Suuronnen declaró que su equipo ha enviado un informe sobre el procedimiento a una revista médica para que sea revisado.



Por Sami Torma, swssinfo.ch

jueves, 31 de enero de 2008

Diferentes caminos para lograr un mismo objetivo


Cuelgo este artículo de ABC porque explica bien el estado de la cuestión bioética en el ámbito de la investigación con células madre. De todos modos sólo precisaría dos cosas: 1) No me parece correcto hablar continuamente de lo que admite la Iglesia o de lo que no admite. El magisterio es una ayuda para el científico y no una barrera. El científico sabe que la fe y la razón no se oponen, por eso agradece la ayuda que le presta la revelación. El diálogo entre científicos y éticos no es religioso sino científico (la ética también es una ciencia) y aquí nada tiene que ver la Iglesia. 2) Es cierto que se pueden extraer células del embrión sin que eso suponga su utilización contraria a la dignidad de la persona, pero hay que tener en cuenta que a la hora de realizar tal extracción no exista un alto riesgo de provocar la muerte: si a un organismo minúsculo, compuesto de pocas células, le quitas una de ellas...


Aunque diga el refrán que el fin justifica los medios, son innumerables los científicos que discrepan de esta afirmación. La medicina regenerativa se basa en la reparación de órganos mediante el uso de terapia celular, pero la obtención de estas células puede seguir muchos caminos, unos aceptados por la Iglesia y otros no. Hoy en día nadie pone reparos a la investigación con células adultas, aunque sí a la investigación con células embrionarias.
Además, en los últimos meses han aparecido nuevas técnicas como la reprogramación, que consiste en conseguir células troncales similares a las embrionarias a partir de una célula adulta, lo que abrió muchas expectativas, ya que cumple con todos los requisitos científicos pero también éticos. Por último, otra vía es la obtención de líneas celulares a partir de células madre embrionarias sin destruir el embrión.
Precisamente esta línea de trabajo, que desarrolla el valenciano Carlos Simón, fue también autorizada por el Ministerio a la vez que el proyecto de clonación. Se trata de extraer una célula cuando el embrión tiene sólo dos días de vida, igual que se hace para el diagnostico de enfermedades. Esa célula se utiliza para la investigación, mientras que el embrión se implanta en la madre y sigue su desarrollo.

El estado de la cuestión, según un experto bioético


Se publica en La verdad de Murcia este artículo de opinión. Juan Masiá es un experto en bioética. Desea -como todos, por otra parte- que la ciencia y la ética vayan de la mano y, por eso, aplaude lo que para él es la vía media emprendida por el episcopado japonés. Critica los extremismos que estarían representados por los investigadores que buscan sólo el lucro sin tener en cuenta ningún obstáculo moral así como por la posición ultraconservadora de Bush, del Vaticano y de la Conferencia espiscopal española. Aprueba, en definitiva la investigación en células madre embrionarias. Pues bien, con todo el respeto, me parece que no es honesto poner en el mismo saco a Bush y a Benedicto XVI haciendo que las críticas al primero se vean dirigidas también al segundo. Puede ser cierto que las reservas del presidente americano hacia la investigación celular estén motivadas por intereses ideológicos e incluso pseudoreligiosos, puesto que no tiene esas mismas reservas para llevar a término una defensa de la vida en otros sectores de la cultura y de la legislación.

En cambio, quienes defienden la dignidad del embrión no están llevados ni por intereses lucrativos (nada ganan con esa afirmación) ni por prejuicios ideológicos (no defienden al embrión para atacar a Zapatero). Si la investigación con células embrionarias puede realizarse sin la utilización de embriones, bienvenida sea esa investigación. Pero estamos ante una condición sine qua non. Es de esperar que los expertos en bioética pongan claridad (no hay un concepto más claro que la dignidad de la persona: el sujeto que no puede ser nunca tratado como objeto) en vez de enturbiar más las aguas. Porque en río revuelto ganancia de pescadores. Y en este caso los pescadores son quienes se lucran con la vida de los más indefensos e inocentes.

El nerviosismo prendió en los laboratorios de la Universidad de Kyoto el pasado 20 de noviembre. «Se avecina un Nobel», decían rumores. El equipo del Dr. Shinya Yamanaka reprograma células humanas adultas de la piel, para obtener «células madre pluripotentes», capaces de desarrollar diversos tejidos.

Las células madre son unas células primitivas capaces de convertirse en hasta 220 tipos diferentes de células del cuerpo humano. La perspectiva de aplicaciones, en medicina regenerativa o en trasplantes, son aliciente de estas investigaciones. La promesa de la medicina regenerativa no es la de una terapia de modelo prefabricado, sino a medida, Intereses competitivos y terapéuticos desbordan el correo en el Instituto de Medicina fronteriza.

Dos muestras al azar, entre más de doscientos e-mail, dicen: «¿Cuánto tardará la comercialización? ¿Se curará mi madre?»

Hay ya de antemano escándalo ético entre quienes se oponen al uso y destrucción de preembriones no implantados. Al día siguiente de la noticia se hacían eco de ella Wall Street Journal y el Osservatore Romano. Bush y el Vaticano coinciden en alabar el proyecto de trabajar con células adultas. Como diría Unamuno: ¿Contra quién va esa alabanza?». Presume Bush de coincidir con el Vaticano al rechazar la investigación con células embrionarias para proteger el comienzo de la vida. Pero ¿tiene credibilidad en la defensa de la vida el responsable de la destrucción de tantas vidas inocentes en Afganistán e Irak?

El uso electoral de la ideología político-religioso es un tema delicado también en España. Habrá que estar sobre aviso en tiermpo de elecciones...

Según los pioneros japoneses, obtuvieron células madre a partir de células de piel, evitando la originación de tumores. Quienes hasta ayer se oponían a estas investigaciones se alegran por eludir el uso de células embrionarias. Pero, como dice el mismo Dr. Yamanaka (aconsejo ver cuál es la verdadera opinión de este científico, clicando aquí), se abrió esta nueva posibilidad justamente gracias al estudio de células embrionarias: «Nos queda mucho por aprender. Estudiando las células madre embrionarias, empezamos a descubrir algunos genes necesarios para que células adultas corrientes actúen como si fueran células madre embrionarias». Sin caer en los extremismos de condenar a ultranza o de vender la piel del oso antes de cazarlo, hay que avanzar con prudencia en investigación y en ética. El rechazo de la investigación con células embrionarias y el excesivo entusiasmo por el éxito incierto con células adultas son sospechosos cuando provienen de motivaciones interesadas, latentes en algunas ideologías político-religiosas. En España estas investigaciones suscitan optimismo en el Ministerio de Sanidad y pesimismo en el portavoz de la Conferencia episcopal. Prefiero la vía media de los obispos japoneses que dijeron: «Que ciencia y ética, de la mano, sigan estudiando y avanzando».Juan Masiá Clavel es jesuita y experto mundial en Bioética.

lunes, 28 de enero de 2008

Los ciudadanos de Nueva Jersey se oponen a financiar la investigación con células embrionarias

A diferencia de lo que ocurrió en California –donde los electores aprobaron destinar 3.000 millones de dólares a la investigación con células madre embrionarias (ver Aceprensa 164/04)–, en Nueva Jersey una iniciativa similar de los demócratas ha encontrado inesperadamente la negativa del electorado. En el referéndum del 6 de noviembre, una mayoría del 53% votó en contra de dedicar 450 millones de dólares a un nuevo centro para este tipo de investigación. El "no" resulta particularmente embarazoso para el gobernador, Jon S. Corzine, que había apoyado decididamente la propuesta y había donado 150.000 dólares de su propio bolsillo. Además, el estado ya ha invertido 270 millones de dólares en levantar los edificios, que se quedarán vacíos por falta de presupuesto para mantenerlos y pagar a los investigadores. Corzine se propone pedir a la industria farmacéutica que ponga el dinero.
Para algunos, la negativa del electorado no se debe a razones éticas, sino al descontento con la política presupuestaria, ya que la deuda del estado ronda los 30.000 millones de dólares. Sin embargo, el mismo día fue aprobado otro fuerte gasto sometido a referéndum: 200 millones de dólares para un programa de protección del medio ambiente. Para otros, ha influido mucho la campaña de grupos pro-vida, basada en un lema sencillo pero convincente: " La investigación [con células madre embrionarias] no ha obtenido ninguna cura. Ni una sola. La otra cuestión es por qué el dinero de tus impuestos se va dedicar a algo en lo que no quieren invertir ni Wall Street ni los laboratorios farmacéuticos. Piénsalo".

Fuente: Aceprensa

Fecha: 21 Noviembre 2007

viernes, 25 de enero de 2008

¿Alguien me puede explicar en qué consiste la clonación terapéutica?


Acabo de leer esta noticia, en las alertas de la columna de la derecha. Dejando a parte los problemas políticos de la noticia, que aquí no nos interesan, me gustaría que alguno de los "científicos" del grupo me explique por qué razón hay quien entiende que la clonación está siempre mal o si, como parece indicar la noticia, sería posible que existieran excepciones a la regla general. Los comentarios serán bien apreciados. A continuación transcribo la noticia obtenida en Publico.es


La clonación terapéutica puede abrir una nueva brecha en el PP, que rechazó en el Congreso una ley de la que ahora se aprovechan dos de sus líderes, Francisco Camps y Esperanza Aguirre. El 14 de junio de 2007, el Pleno del Congreso votaba las enmiendas del Senado, el último trámite para la aprobación de la Ley de Investigación Biomédica. El Partido Popular, cuyo portavoz es Eduardo Zaplana, fue el único que votó en contra de la ley, entre otras razones, porque autoriza la técnica de la transferencia nuclear, más conocida como clonación terapéutica.
Cuando sólo han pasado siete meses, una comunidad autónoma ha obtenido el plácet del Gobierno para desarrollar el primer proyecto de investigación que utiliza la clonación terapéutica para obtener células madre. Ha sido, precisamente, la Comunidad Valenciana, gobernada por Francisco Camps, el mayor rival de Zaplana dentro del PP. Al mismo tiempo, otra comunidad popular, Madrid, a cuya cabeza está la lideresa Esperanza Aguirre, ha recibido vía libre para la realización de otro trabajo destinado a profundizar en el conocimiento que la terapia celular puede aportar al tratamiento de las enfermedades neurodegenerativas. Este proyecto, en todo caso, no implica la generación de células madre embrionarias, sino el uso de líneas celulares ya existentes.
No obstante, desde las filas del PP consideran que no existe contradicción alguna entre ambos hechos. El portavoz de esta formación en la Comisión de Sanidad del Congreso, Mario Mingo, aseguró ayer que lo que ha aprobado Valencia "no es un proyecto de clonación terapéutica", puesto que esta posibilidad "hoy no es posible en el ser humano, ya que no se ha logrado obtener células madre embrionarias mediante transferencia nuclear". Tras recordar que fue el Ejecutivo del PP el que autorizó, en 2003, la investigación con células madre embrionarias, Mingo dijo que el proyecto valenciano tan sólo persigue "estudiar la posibilidad de obtener" células madre embrionarias, y que decir que la transferencia nuclear es posible en el ser humano "es engañar".
Por su parte, el consejero valenciano de Salud, Manuel Cervera, escenificó ayer su apoyo al primer proyecto español que empleará la técnica de la clonación terapéutica compareciendo en rueda de prensa junto a su responsable, el investigador Miodrag Stojkovic. Pero el máximo responsable sanitario valenciano no quiso meterse en polémicas y soslayó la aparente contradicción entre la decisión de su Consejería y la oposición del PP a la clonación terapéutica. Así, se limitó a remarcar su apuesta "por la investigación".
Para Cervera, que ésta se encamine a la clonación terapéutica es lo de menos, ya que lo importante es que la Comunidad Valenciana "avance en investigación sin hacer ruido".

jueves, 24 de enero de 2008

Descubren cómo crear células madre embrionarias sin destruir el embrión
Esta noticia puede ser muy importante ya que acaba con parte del problema ético que esiste por la utilizacion de este método. El hecho de que los embriones no sufran ningún tipo de daño abre más los campos de la investigación,pero no nos podemos olvidar de que aunque sea una realidad que el embrion esta a salvo mediante esta biopsía,debemos apreciar hasta que punto se puede utilizar una vida para el avance de la ciencia

En un avance que podría poner fin al debate ético sobre el uso de embriones humanos en la investigación médica, científicos han desarrollado una manera de crear células madre embrionarias humanas sin dañar el embrión.
Lo hicieron extrayendo una sola célula del embrión -según el procedimiento utilizado en las clínicas de fertilización in vitro para efectuar pruebas de detección de defectos genéticos- e introduciendo una molécula común, denominada laminina, para preservar la pluripotencia que caracteriza a las células madre embrionarias.
El desarrollo del embrión no se vio afectado por la biopsia, según el estudio publicado este jueves por Cell Stem Cell.
La nueva técnica promete así acelerar las posibles aplicaciones clínicas de terapias con células madre para una amplia gama de enfermedades.
Las células madre tienen la capacidad de convertirse en cualquier tejido del organismo y ofrecen por eso la esperanza de cura para numerosas enfermedades actualmente incurables, así como la posibilidad de reparar órganos destruidos por un cáncer o un accidente.
Sin embargo, la investigación con estas células es muy controvertida porque con las técnicas actuales los embriones viables son destruidos en el proceso de extracción de las células madre.
Dos grupos de científicos superaron recientemente este problema al lograr convertir células de piel humanas en células madre.
Las células de la piel se convertirán probablemente en la fuente más común de células madre, indicó el investigador australiano Alan Trounson, que encabeza el mayor proyecto mundial de investigación con células madre en el Instituto de Medicina Regenerativa de California (oeste).
Pero las células de la piel todavía no están listas para un uso clínico porque el proceso de transformación introduce alteraciones genéticas y virus potencialmente mortíferos.
Lo que significa que las células madre embrionarias, que no cargan con el mismo riesgo de mutación, son actualmente la única opción para aplicaciones terapéuticas, indicó Trounson.
"También habrá mucha gente interesada en las células madre embrionarias porque son la calidad de oro", dijo a la AFP, explicando que las células madre derivadas de la piel todavía no han sido investigadas por completo.
El pionero en células madre Robert Lanza confía en que la nueva técnica que ayudó a desarrollar para preservar el embrión, impulsará a las autoridades estadounidenses a liberar fondos para investigar nuevas líneas de células madre embrionarias.
El presidente estadounidense George W. Bush prohibió en 2001, en nombre de la protección de la vida desde la concepción, la utilización de fondos federales para realizar investigaciones con nuevas series de células madre embrionarias humanas.
En otros países se prohibió la investigación con células madre por preocupaciones éticas.
"En los próximos meses podríamos hacer tantas células de estas como queramos", dijo Lanza, científico de Advanced Cell Technology.
Lanza también advirtió sobre confiar en las células madre derivadas de la piel. "Estas son utilizables. No están genéticamente modificadas. Están aquí", destacó.
Sin embargo uno de los principales opositores a la investigación con células madre estimó que el método de Lanza -aunque "moralmente plausible"- "todavía no brinda una solución ética".

miércoles, 23 de enero de 2008

Problemas bioéticos


Problemas bioéticos de las celulas madre.


Algunos problemas bioéticos atraen de manera especial la atención de la opinión pública en todo el mundo. Por lo general, son los que tienen más directamente que ver con el respeto a la vida y a la dignidad de los seres humanos como, por ejemplo, el aborto, la eutanasia, la reproducción asistida, la experimentación con humanos, etc. El uso científico y terapéutico de las células madre se ha incorporado recientemente a esa nómina de cuestiones bioéticas apasionadamente debatidas por la opinión pública mundial. La razón estriba en que nos encontramos ante unas células con un enorme potencial terapéutico pero cuya obtención resulta, en algunos casos, éticamente controvertida, al exigir la destrucción de embriones humanos. En estas páginas me ocuparé de la ciencia, la política y la ética de las células madre.

Política de las células madre: ¿Hacia dónde vamos?

La política científica de las células madre está muy condicionada por sus patrocinadores, que son inversores privados más que públicos. En los amplios márgenes de tolerancia que ofrecen las leyes americana, británica y australiana, las empresas biotecnológicas están haciendo inversiones astronómicas con la confianza de amortizarlas y rentabilizarlas en el futuro mediante los royalties que logren ingresar por las patentes que consigan. Estos patrocinadores, junto con los investigadores, los medios de comunicación, los comités de bioética y los gobiernos, constituyen la compleja trama de la carrera científica, cuyo conocimiento es imprescindible para componerse una imagen más o menos fiel del escenario en el que se desarrolla la investigación con células madre.

Si repasamos cada uno de los actores mencionados, observamos que todos ellos se encuentran dominados por fuerzas que les impulsan a desarrollar o apoyar ese tipo de investigaciones, más allá de cualquier consideración ética. Ya me he referido a las empresas. Ellas están presionando sobre los Estados y la opinión pública para que las trabas legales a este tipo de investigaciones desaparezcan y para que puedan patentar las técnicas relativas a la obtención, tratamiento y empleo de las células madre.

Los científicos, por su parte, tienen también grandes motivaciones para apoyar este tipo de trabajos. El primero es la natural atracción que ejerce sobre un investigador la posibilidad de conocer y dominar mejor la vida humana. A ello hay que añadir la notoriedad social que genera un descubirmiento en estos campos científicos con inmediata y enorme repercursión clínica. Además, los incentivos económicos que los científicos reciben de las empresas llevan a cuestionar la independencia e imparcialidad del científico a la hora de seleccionar las líneas de investigación que va a desarrollar.

Los medios de comunicación están muy condicionados por los científicos y las empresas biotecnológicas. En estos campos, más que en cualquier otro, los informadores están enteramente en manos de quienes proporcionan los materiales informativos, sin que puedan tomar la suficiente distancia para evaluar la licitud, calidad e interés de los medios y los resultados de las investigaciones. En estos momentos, además, los medios de comunicación vuelven a caer en la ingenua creencia de que el mundo científico es completamente neutral y que sólo en el campo de las aplicaciones tecnológicas es donde se deben hacer juicios de valor. Por lo demás, su dependencia del público para su mantenimiento también condiciona su línea informativa. Los medios saben que “vende” informar acerca de espectaculares avances en el campo biomédico, aunque luego éstos no lo sean tanto; o contar los casos dramáticos de personas que podrían haberse curado si se suprimieran algunas trabas legales.

Los comités de bioética también tienen un protagonismo en la configuración de las políticas científicas. Muchos de estos comités están influidos por el utilitarismo que, por ser la corriente hegemónica en los Estados Unidos, extiende su influencia a muchos otros. No se puede decir que la diversidad de paradigmas bioéticos cuente con igual representación en el mundo. Por otro lado, algunos de estos comités han sido creados por empresas o fundaciones privadas, que condiciona mucho su imparcialidad. El caso más llamativo es el del comité bioético creado por Geron, cuando ya había desarrollado las investigaciones que condujeron a Thomson y Gearhart a lograr los cultivos de células madre embrionarias en el laboratorio. Parece difícil de suponer que el informe que este comité de bioética publicó con relación a estas investigaciones fuera a criticarlas. En efecto, se limita a dar una cobertura justificatoria a lo que ya se había hecho.

La sociedad civil ejerce un papel de primera magnitud en la política sobre cuestiones biomédicas. Aquí las posiciones se polarizan entorno a dos centros. El movimiento favorable a la experimentación con embriones para obtener cuanto antes las células madre y disponerlas para su uso clínico cuenta con el respaldo de algunas asociaciones de enfermos, mientras que la posición favorable al respeto incondicionado al embrión se apoya en los movimientos provida, entre cuyas filas militan también personas que sufren graves enfermedades. Mientras los primeros son partidarios de servirse de los embriones para llegar cuanto antes a la terapia de regeneración celular, los segundos entienden que el recurso a los embriones no sólo es inmoral, sino innecesario porque la vía de las células madre de adultos ya ha acreditado su gran potencialidad, como se indicaba en el primer epígrafe. En un caso, se entiende que el “profundo respeto debido al embrión” no es incompatible con su destrucción en algunos casos, por entenderse que todavía no nos encontramos ante un ser humano. En el otro, se estima que el embrión humano no puede tratarse como si fuera simplemente un objeto. Ese respeto muchos lo fundan en que el embrión es ya persona desde su concepción y, por tanto, titular de los derechos humanos y, entre ellos, el derecho a la vida. Dentro de esta misma posición, otros, en cambio, sin llegar a esa identificación entre embrión y persona, mantienen la necesidad de ser completamente respetuosos con el embrión por constituir el inicio de una vida humana.

A la vista de este escenario sociopolítico, no es difícil concluir que existe una enorme presión sobre las instancias legales para que se autorice la investigación con los embriones sobrantes de las técnicas de fecundación asistida, e incluso su creación -por fecundación o clonación- para su uso en la investigación. Los beneficios económicos de las empresas, el lucro y la notoriedad de los investigadores y los intereses los terapéuticos de los enfermos pesan mucho en uno de los platillos de la balanza, mientras que en el otro únicamente se encuentran los intereses de los embriones, incapaces de defenderse por sí mismos, y la tradición jurídica hasta el momento, que siempre se ha opuesto a la instrumentalización de los embriones. En el último epígrafe me planteo si esa tradición jurídica de protección al embrión era una cuestión puramente cultural que, al demostrarse que los embriones pueden ser muy útiles para curar a otros, pierde su vigencia; o es una cuestión de derechos humanos, que no puede ser alterada por ninguna mayoría.

Bioética de las células madre: ¿hacia dónde debemos ir?

Las fuentes de las células madre son tres y cada una de ellas conduce a un campo de la bioética. Las células madre procedentes de adultos remiten a los ensayos clínicos con seres humanos. El acuerdo acerca de las condiciones en las que se puede disponer del tejido humano de adultos es bastante amplio. Las células madre fetales nos sitúan ante el problema del uso de los fetos abortados deliberadamente. Aquí todos coinciden en que se tomen medidas para evitar que los abortos se realicen con el fin de proveer de material para la investigación. La controversia se plantea entre quienes no ven problemas en utilizar este material si se garantiza lo anterior y quienes, de todos modos, sí los encuentran. Más allá de los problemas morales que plantea el uso de esos materiales, únicamente planteo ahora la cuestión acerca de quién es la persona competente para consentir en el uso de los mismos. Pienso que la misma persona que autoriza la muerte del feto no puede ser idónea para consentir en el uso de los tejidos fetalespara la investigación, salvo que se considere que el feto es propiedad de la madre. Pero, si no es ella, ¿quién entonces? Esta ausencia de un sujeto legitimado para consentir en el uso de los tejidos fetales constituye ya una razón para dudar de la licitud de esta práctica. Por último, las células madre embrionarias plantean el problema acerca de la licitud de la investigación con embriones. Ya hemos visto que, salvo sonadas excepciones, los ordenamientos jurídicos vigentes la prohíben. Ante la enorme presión para permitir el uso de embriones en la obtención de células madre, planteo dos cuestiones: ¿qué debería hacer un Estado prudente ante la posibilidad de usar los embriones en las actuales circunstancias político científicas? ¿Y qué criterios deberían tenerse en cuenta para llegar a una respuesta correcta, con carácter general, al problema de las células madre?

Con respecto a la primera entiendo que un Estado prudente debería, por ahora, dejar las cosas como están. Tres razones me inclinan a optar por la espera. En primer lugar, las normas básicas que regulan la investigación con células madre en España son muy recientes: el Código penal es de 1995, y el Convenio Europeo de Derechos Humanos y Biomedicina, de 1996, que España ratificó dos años después. El primero prohíbe fecundar un óvulo con un fin distinto del reproductivo. El segundo también prohíbe crear embriones con fines distintos de la reproducción. De entrada, sería chocante pensar que un Código penal que tardó más de quince años en elaborarse y un Convenio sobre Bioética que fue discutido durante seis años por más de 30 países de Europa contengan de pronto normas obsoletas. Antes de proponer su reforma, habría que analizar con sosiego las razones por las que hace tan poco tiempo se decidió legislar en ese sentido y ahora, sin embargo, se presiona para cambiar esas leyes.

La segunda razón para la moratoria es la abundancia de incertidumbres que convendría despejar antes de tomar decisiones. ¿Cada célula totipotente es un embrión? ¿Cuál sería la condición de una célula de adulto totalmente desprogramada y susceptible, en consecuencia, de convertirse en una célula de cualquier tejido u órgano, e incluso en un embrión? ¿El cigoto obtenido mediante transferencia nuclear de célula somática es un embrión y es acreedor a la misma consideración que el embrión fruto de una fecundación? Estas, y muchas otras, son preguntas filosóficas que exigen importantes conocimientos científicos para ser respondidas, y cuyas respuestas condicionan por completo el juicio sobre la investigación con células madre embrionarias.

La última, y más importante, razón para inclinarme por la moratoria es el mismo estado de la ciencia de las células madre. En el último año, las células madre de adultos se han podido cultivar en el laboratorio en grandes números; han acreditado una versatilidad insospechada, transformándose en una gran variedad de tejidos del cuerpo humano; obvian cualquier problema de rechazo en el trasplante; y han empezado a ofrecer resultados terapéuticos positivos. Ante esta fuente de células madre, cuyo uso no plantea problemas éticos y cuya utilidad salta a la vista, me parece que una decisión respetuosa con todos y no perjudicial para nadie consistiría en poner toda la carne en el asador de las células madre de adultos y no en otras células madre éticamente controvertidas y científicamente menos contrastadas hasta el momento.

Esa moratoria permitiría, además, plantearse con tiempo la avalancha de problemas bioéticos que se derivarían de una eventual aceptación futura de la investigación y utilización de las células madre embrionarias. ¿Se debe informar a la madre del embrión utilizado como fuente de células madre sobre los desórdenes genéticos que se hayan detectado tras el análisis de las células? ¿Tienen derecho las madres de esos embriones a participar en el beneficio económico que pueda reportar el uso de las células? ¿Cómo se justifica que las empresas biotecnológicas que “produzcan” las células madre embrionarias reciban un beneficio económico por su trabajo y no, en cambio, quienes aportan la materia prima? ¿Debe informarse a los posibles receptores de las células madre de la fuente de la que se han obtenido? ¿Debe informarse a la madre del embrión del destino concreto al que se dirija el embrión donado o basta con una referencia genérica a usos de investigación? ¿Tiene derecho la madre del embrión a saber quiénes son los receptores de las células madre obtenidas a partir del embrión donado por ella, teniendo en cuenta que se trata de unas células con un código genético vinculado a ella? Sería una temeridad aprobar una investigación que desencadena tantos dilemas bioéticos, sin haberlos discutido y resuelto primero; sobre todo, si tenemos presente lo ya dicho: que existen alternativas científicas satisfactorias.

La segunda pregunta es ¿qué posición cabe adoptar ante la creación y uso de embriones para fines de investigación y, en concreto, para obtener células madre? La respuesta es tratar con respeto al embrión humano, empezando por su vida y el modo en que ha sido creado. Por ello, es ilícito destruir embriones para obtener esas células. La gravedad de esa acción se incrementa si esos embriones son creados exclusivamente para su destrucción en la investigación, y más aún si, además, son creados por transferencia nuclear (clonación).

La clonación de embriones es un gravísimo atentado contra la dignidad humana por dos razones. En primer lugar, porque el destino de esos embriones es su destrucción y utilización en beneficio de otros. En segundo lugar, la clonación de embriones abre las puertas a que nazcan niños creados por clonación. El gobierno británico se ha apresurado a decir que el permiso para clonar embriones irá acompañado de un reforzamiento de la prohibición para clonar seres humanos destinados a nacer. Desde luego, es una ingenuidad pensar que si se llegan a clonar embriones, la tentación de implantarlos en una mujer para que nazcan se podrá resistir.

Para distinguir entre uno y otro uso de la clonación algunos autores han hablado clonación "reproductiva" frente a clonación "no reproductiva" o clonación "terapéutica". Me parece que esta terminología falsea la realidad y, por ello, debe ser rechazada. Tanto en un caso como en otro existe una clonación reproductiva porque en ambos se obtiene —se crea— un embrión humano por clonación. La diferencia estriba en que en un caso el embrión tiene como destino el llegar a ser adulto, y en el otro su destino es el uso para interés de otros seres humanos. Según esto, más que hablar de clonación "reproductiva" y "no reproductiva" habría que hablar de clonación humana "reproductiva" y clonación humana "utilitaria", "instrumental" o "destructiva". Si recurrimos a los términos de clonación reproductiva y terapéutica, transmitimos la idea de que la segunda no es perjudicial porque podría parecer que no instrumentaliza a nadie, y que únicamente tiene un efecto curativo. Clonar embriones humanos para uso y provecho de otros es una clonación humana radicalmente instrumental y no una inocua e inofensiva "clonación no reproductiva" o "terapéutica".

Además de esta objeción, se plantean otras que también conviene tener en cuenta. Una de ellas tiene que ver con el consentimiento prestado por los padres a este destino de los embriones. ¿De qué tipo de consentimiento se trata? No puede decirse que sea el consentimiento de una persona que tiene la patria potestad sobre otra porque, en ese caso, el consentimiento siempre está sometido al interés del sujeto, lo que en absoluto es asícuando aquello en lo que se consiente es en la destrucción del embrión. Habrá que pensar, entonces, que se trata del tipo de consentimiento que da el dueño de una cosa para que se disponga de esa cosa. Pero, entonces, nos encontramos con la reducción del embrión a objeto de libre disposición. Las legislaciones de todo el mundo luchan para que el ser humano no actúe sobre su propio cuerpo como si fuera un objeto de libre disposición, prohibiendo para ello el comercio de órganos. ¿Por qué prohibir la venta de mi riñón y permitir, en cambio, mi disposición sobre mis embriones que, desde luego, son menos míos que el riñón?

La consecuencia de reducir el embrión a cosa trae otro problema. ¿Hay que pagar a quien dona los embriones para investigación? Casi nadie se atreve a sostenerlo. Ahora bien, ¿puede el laboratorio vender las líneas celulares obtenidas de esos embriones? Desde luego, no parece que los laboratorios estén dispuestos a actuar “altruistamente” sino, más bien, a rentabilizar las inversiones realizadas en el desarrollo de esos “productos”. Pero ¿no choca que los laboratorios, y los accionistas que los sostengan, se enriquezcan gracias a unos embriones que, por evitar su comercialización, exigimos a sus progenitores que donen y no vendan?

Conclusión

Las células madre, junto con la manipulación genética, van a constituir dos pilares básicos de la medicina de los próximos años. La tecnología genética impedirá la aparición de muchas enfermedades inscritas en nuestros genes. Las células madre, por su parte, proveerán de tejidos y órganos de repuesto a medida que los nuestros se vayan deteriorando.Todo ello contribuirá a la mejora de la salud y de la vida de las personas y deben ser saludados con satisfacción. Pero ello no nos puede hacer perder de vista los riesgos del desarrollo tecnológico. Los problemas bioéticos que plantea la manipulación genética son objeto de otro estudio. Aquí nos hemos centrado en los suscitados por la investigación con células madre. La principal fuente de problemas deriva del uso de embriones como “materia prima” para obtener esas células. El embrión es un ser completamente desprotegido, incapaz de defender sus intereses por sí mismo y con una apariencia nada semejante a la de un ser humano adulto. Esas tres circunstancias han conducido a muchos a considerar que el embrión no es todavía un ser humano y que, por tanto, puede ser utilizado al servicio suyo. Pero esas circunstancias no quieren decir que todavía no estemos ante un ser humano, sino que la fragilidad es inherente a la condición humana y que esa condición se manifiesta máximamente en los inicios del ser humano. Considerado así el embrión, no puede ser lícito, en ningún caso, su instrumentalización al servicio de otros seres humanos. Si no existiesen fuentes alternativas para obtener las células madre que no plantean problemas éticos, nos encontraríamos ante un dilema cuya respuesta no admitiría dudas pero que resultaría bastante trágico. Pero lo cierto es que la ciencia ha provisto de unas alternativas más que satisfactorias, que permiten desarrollar la investigación con células madre sin sacrificar vidas humanas.

sábado, 19 de enero de 2008

Células madre contra el Parkinson


Los médicos abren esperanzas para tratar secuelas de infartos cerebrales o enfermedades como Parkinson y Alzheimer. Hasta ahora en EE.UU. solo se han obtenido buenos resultados a través de la implantación de células madre en ratas de laboratorio o experimentos con monos. Pero en Perú, desde hace nueve años, ya se practican estos trasplantes. Salomón Jaime, de 63 años, es uno de los pacientes favorecidos con este avance médico. Él se sometió al implante en el Instituto Brazzini, con el fin de recuperar nuevamente sus funciones motrices.

En otros países En EE.UU. y Canadá, y otros de Europa, se realizan estas intervenciones experimentales con buenos resultados. Al igual que en Perú, en Brasil y Argentina ya se efectúan. Brazzini comenta que han realizado 60 intervenciones y todos los pacientes han evolucionado satisfactoriamente. Han recuperado la movilidad, vuelto a caminar, mejoraron su memoria. El Instituto señala que no ha hecho experiencias con animales porque no se trata de un estudio experimental sino innovador.

El doctor Augusto Brazzini explica que obtiene las células madres de la medula ósea del propio paciente para evitar cualquier tipo de rechazo. Se extrae por medio de una punción en las crestas ilíacas (zona de la médula ósea donde se encuentra la mayor concentración de células madre). El proceso tarda 50 minutos. Luego el equipo de hematólogos (especialistas en sangre) purifica la muestra extraída y selecciona las células madre. El paciente espera dos horas y media antes que le introduzcan un catéter por la arteria femoral. Este es conducido por la ingle, hasta la zona dañada. De ahí mediante una aguja y un microcatéter llegan a los vasos del cerebro (vasos traqueocefálicos), para implantar las células madre en el tejido dañado. Se navega dentro del cerebro con ayuda de televisores y ecografías, dice Brazzini. “Las células madres inyectadas se transforman en neuronas o en los tejidos dañados de otro órgano vital, el paciente de esta forma va recuperando las funciones perdidas”, explica la doctora Mariana Brazzini, del Departamento de Investigación de esta clínica. Y añade que el proceso es tan rápido que no necesita período postoperatorio, ya que no hay cortes ni fisuras. El paciente queda internado solo 24 horas en observación y los resultados en algunos casos son inmediatos, a los dos o tres días; en otros casos en la segunda semana. En el sexto mes se ven progresos que prácticamente eliminan el mal o lo mejoran en un 80%.

Conocida como medicina regenerativa, esta terapia se usa para males como el Alzheimer, infarto cerebral (ataque cerebral), Parkinson, esclerosis múltiple, secciones medulares traumáticas...

Foto: Imagen de célula madre de médula ósea humana obtenida por un microscopio electrónico de barrido.

lunes, 14 de enero de 2008

Desarrollan un corazón bioartificial completo capaz de latir y bombear



S. BASCO expone en el periodico ABC una utilidad terapeutica de celulas madre: "La creacion de un corazon artificial"


MADRID. Probada hasta la saciedad la capacidad de las células madre, tanto las embrionarias como las adultas y las pluripotentes -o inducidas-, para generar todo tipo de tejidos, la medicina regenerativa cuenta con un arma de inestimable capacidad para reparar diferentes daños. La regeneración de segmentos de vasos sanguíneos, o de pedazos de tejido muscular, o de «parches» de tejido pulmonar, o de «remiendos» cutáneos es ya una realidad médica... pero el santo grial que representaría la regeneración de todo un órgano completo se hallaba aún en el ámbito de la medicina-ficción.
Las células madre pueden lograrlo como ladrillos biológicos que son, pero necesitan un armazón, una estructura sobre la que multiplicarse y desarrollar el tejido, con las características precisas requeridas en cada punto del órgano en cuestión. Se han sucedido los intentos poco o nada satisfactorios a partir de estructuras confeccionadas con distintos tipos de materiales plásticos y de silicona biodegradables, pero nadie daba con la fórmula ideal, con una plantilla perfecta sobre la que construir el órgano.
Pues bien, investigadores del Centro para la Reparación Cardiovascular de la Universidad de Minnesota, en Estados Unidos, parecen haber encontrado la solución más prometedora. Un equipo multidisciplinar dirigido por la doctora Doris Taylor ha logrado desarrollar con animales de laboratorio una nueva técnica que permite generar por completo un corazón bioartificial, y dan a conocer su investigación en la revista «Nature Medicine».
Estructura extracelular
Han partido del órgano cardíaco de un cadáver de rata al que se le han eliminado todas sus células -el proceso ha sido denominado«descelularización»-, conservando únicamente la estructura extracelular. Posteriormente le han inyectado células cardíacas neonatales de otra rata, que han generado tejido de forma tan rápida y asombrosa que al cabo de cuatro días el corazón ha sido capaz de realizar contracciones; y a los ocho días ese órgano «vacío» se bastaba, por medio de estimulación eléctrica, para bombear sangre al 2 por ciento de la capacidad de un corazón adulto. «Cuando percibimos los primeros latidos nos quedamos boquiabiertos», afirma el doctor Harald C. Ott, coautor de la investigación.
La descelularización, clave de este proceso, consiste en extraer todas las células de un órgano, dejando sólo su estructura o matriz extracelular. Se lleva a cabo mediante tres lavados sucesivos del órgano con sustancias que actúan a la manera de «detergentes biológicos». «Es como si a un edificio se le eliminase absolutamente todo, salvo la estructura básica de pilares y vigas sobre la que se sustenta», explica Doris Taylor.
El experimento fue repetido, también con resultados espectaculares, con un corazón de cerdo. Pese a todo, los investigadores insisten en que «se trata sólo de un primer avance experimental» y señalan que se necesitarán aún años para aplicar esta técnica en seres humanos. Una vez que se compruebe la funcionalidad de este método en vivo, con el transplante de un corazón bioartificial a un animal de laboratorio, «el objetivo será entonces desarrollar vasos sanguíneos u órganos completos que se generen mediante las células del propio paciente», dice Taylor.
Si esta prometedora técnica llega a buen puerto, la combinación de medicina regenerativa y transplantes, cuyas técnicas se han perfeccionado desde hace medio siglo, permitirá superar tres problemas de gran trascendencia: el rechazo, la escasez de órganos y el corto tiempo de supervivencia de éstos.